Me abstuve de comentar el caso ‘Morales-Zapata’ a la espera de conocer los datos empíricos que proporcione el propio entorno del presidente Evo Morales Ayma, más allá de los muchos reportajes publicados, la información confidencial que nos llega desde fuentes creíbles y, obviamente, sin tomar en cuenta las estridencias de la oposición.
Es con base en las declaraciones del propio mandatario, de su abogado y de sus ministros que ahora sí podemos asegurar que estamos frente a un ser humano que no solo desprecia a las mujeres –como en tantas ocasiones lo demostró–, sino que no es capaz de re/conocer a uno (s) de sus hijos. Entre las criaturas del Señor, hasta los pajaritos se preocupan de sus pichones y fabrican un nido para protegerlos. Entre los mamíferos, el león y el tigre defienden a dentelladas a sus cachorros. El hombre es el único que castiga a su compañera y abandona a sus criaturas. Dichosos los que, como en mi caso, gozamos de un padre protector, de hermanos preocupados por sus hijos, del esposo-padre infaltable, del hijo-padre infinitamente amoroso.
El presidente es un mal ejemplo de padre. Sus ministros parecen no darse cuenta de la dimensión de los hechos, de lo que significa para la población escuchar por boca de su propio defensor que no sabe si tuvo o no tuvo un hijo con una “cara conocida”. ¿No siguió su embarazo, los cuidados prenatales exigidos para recibir el bono Juana Azurduy, los malestares, los desánimos? ¿No atendió llamadas, quejas, llantos? Este no es un asunto privado y la defensa realizada por Reymi Ferreira es su más triste papelón. Ahora, con desparpajo, la señorita Marianela Paco financia propaganda política con niños que alaban a Evo; a falta del propio, bueno serán los ajenos. La directora de Canal 7, Gisela López, difunde decenas de escenas de aquel hombre rodeado de criaturas. La directora de Cambio, Carmen Miranda, edita folletos con portadas llenas de niños rodeando a Evo.
El 19 de marzo, un aviso pagado reproducía la felicitación de Morales a los padres, a los radialistas, a los carpinteros por su día. Una impostura; quien no cumple con los deberes de la paternidad mal puede alabarla. Los radialistas atraviesan actualmente un año de angustia ante el impulso de Paco y de la ATT para el cierre de medio millar de radios y el despido de unos 2.400 trabajadores.
¿Y los carpinteros? Cierran fábricas, ventas y talleres porque la invasión de productos chinos fabricados, quien sabe en qué condiciones, y el contrabando los dejan sin poder competir. Parece que en el Ministerio de Comunicación no leen noticias.
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