"Generalmente este consumo de alcohol incide en la elevación de los niveles de violencia doméstica" contra mujeres y niños, dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero, a radio católica Fides.
Explicó que las cifras citadas corresponden a estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que muestran "el problema" del consumo de las bebidas alcohólicas en Bolivia, "disparado casi en un 50 %" más que el promedio latinoamericano.
El ministro destacó en la ciudad central de Cochabamba la importancia de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia Doméstica, creada en marzo pasado por medio de una ley que aumenta los castigos penales contra la violencia machista.
Según Romero, Bolivia también tiene "índices de violencia doméstica que superan los promedios de la región, pese a que son delitos que, generalmente, no se denuncian".
En el quinquenio 2007-2011 se presentaron en Bolivia 247.369 denuncias por violencia machista, de las que solo 51 casos han concluido con una sentencia, según las estadísticas del privado Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem).
La misma entidad informó de que entre 2009 y marzo pasado se registraron en Bolivia 403 feminicidios, definidos como el asesinato de una mujer por su condición de tal.
A partir de la promulgación de la "Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una vida libre de violencia", en Bolivia el feminicidio se castiga con una pena de 30 años sin derecho a indulto, la sanción penal más alta establecida en este país.
Estamos tan manejados por los medios, que a poca gente llamará la atención este informe. Hay mucho dinero gracias a la fabricación y venta de alcohol, lo que hace ocultar el daño que su consumo provoca a nivel individual, familiar y social.
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