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jueves, 21 de septiembre de 2017

en el Dia de la Juventud El Deber se dirige a la "fuerza joven de Bolivia" la que está entre los 12 y 25 anos de edad. muchos de ellos en el NiNI (ni trabaja, ni estudia) en Europa le llaman "estar en el imbo, que no es infierno ni paraíso, algo intermedio, en un círculo vicioso, nadie los contrata porque no tienen experiencia laboral y no estudian porque no encuentran plazas libres. prestarle atención y dedicarle esfuerzos.


La fuerza joven de Bolivia


¿Para qué sirve celebrar hoy a la población joven? Más allá de que la fecha coincide con la llegada de la primavera, es importante tomar en serio a los bolivianos que tienen entre 12 y 25 años, población que supera los dos millones de habitantes en todo el territorio nacional y que tiene un potencial poco apreciado y poco explotado.

Revisando las cifras del INE y el Informe de Desarrollo Humano, el tema es crucial si se toma en cuenta que el 12,6% de los jóvenes de Bolivia está clasificado como nini (ni estudia ni trabaja). Solo en el eje troncal son más de 180.000 y la mayoría está en Santa Cruz. No van a la escuela o a la universidad ni tienen un empleo, no porque no quieran hacerlo, sino por la falta de oportunidades. Testimonios de ellos mismos señalan que nadie los contrata sin experiencia y que provienen de hogares con escasos recursos.

Hace un tiempo hizo noticia un estudiante al que se conoció a escala internacional como el ‘genio de Patacamaya’, porque por su propia iniciativa fabricaba robots con desechos. En la ciudad de El Alto hay tres jóvenes que quieren fabricar un prototipo de cohete espacial y grabaron un video en YouTube para pedir respaldo económico. En Santa Cruz de la Sierra están las historias de escolares que crearon aplicaciones para prevenir el bullying. Como ellos, con seguridad que hay muchos que ya tienen el chip del emprendimiento, que quieren innovar y transformar su entorno a través de su creatividad. En todos los casos hay infinitas posibilidades de desarrollarse y crear, lo que faltan son las oportunidades. 

En otro ámbito, el Fondo de Población de Naciones Unidas registra que Bolivia tiene el mayor porcentaje de legisladores jóvenes con un 8,7% del total, lo que no se informa es si son capaces de imprimir un nuevo sello a la forma de hacer política o si están repitiendo viejos patrones que el país necesita cambiar.
De nada sirve decir que los jóvenes son el futuro de Bolivia, porque en realidad son el presente. Ellos necesitan educación competitiva y de buen nivel, que en el sistema nacional no se le huya a la medición ni a la transformación constante.

También precisan políticas estatales específicas y con presupuesto para capacitarse y de-    sarrollar su potencial creador, lo que además los alejará de las pandillas que acechan en las principales urbes.

El rol del sector privado también es fundamental porque puede generar fuentes de empleo, que además de compensar el esfuerzo laboral, permitan una formación continua. Los primeros pasos han sido dados con el estudio realizado por la Cainco, pero no hay que esperar para poner en práctica acciones que permitan mejorar las condiciones en el presente, para garantizar un salto cualitativo en el futuro.

La celebración de esta jornada puede ser el punto de partida, siempre que se piense con capacidad de proyección y de planificación. 

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