UNO. Existe una tradición caudillista en la
construcción del Estado boliviano, desde el Tata Belzu, pasando por el
dictador Melgarejo, Víctor Paz, Rene Barrientos, y hoy Evo Morales.
Octavio Paz decía que el culto al caudillo y el mito revolucionario han
dominado la historia de América Latina.
DOS.
El 2014, durante una concentración en Sacaca, el Vicepresidente se
dirigía a la multitud: “Si (el presidente) Evo Morales hubiera gobernado
antes” del 2006, Bolivia “sería una potencia” en el mundo; “el
presidente Evo Morales trabaja día y noche por todos y por eso estoy
aquí trabajando a favor de ustedes”; “cuando estaban los k’aras, los
patrones, para Sacaca, apenas habían 6 millones de bolivianos (…) Ha
llegado el presidente Evo Morales, que sabe de las necesidades de los
pobres, y ha aumentado a 35 millones de bolivianos los recursos, seis
veces más (…) Ha puesto en orden la casa y ahora la plata es para las
comunidades y el municipio”. Por todo esto, García Linera pedía a la
población “cuidemos al presidente Evo Morales y al proceso de cambio”.
Las
connotaciones pastorales de la exaltación a Evo son evidentes: Evo
trabaja por nosotros incansablemente, conoce nuestras penas/necesidades,
cuida de nosotros, por eso nosotros debemos cuidar de él. De esta
manera, la revolución, el “proceso de cambio” se va encarnando en el
líder, el “Jefazo”. De ahí a comparar al presidente indígena con
Jesucristo, estamos a un paso, como efectivamente lo hace el sociólogo
vicepresidente: en un evento de la Cidob afín al Gobierno, afirmó que el
presidente Evo Morales “es la resurrección del pueblo indígena, (el)
presidente Evo es como Cristo resucitado, es como el pueblo indígena que
resucita”. Por tanto, si el “Jefazo” no sólo es imprescindible, sino
que es nuestro pastor (…) como Cristo, entonces debemos reelegirlo
permanentemente.
TRES. Durante el
régimen estalinista, paralelo al culto a Joseph y su entronización como
el nuevo zar, corrían las purgas, periódicas acciones de eliminación, no
sólo de individuos o poblaciones consideradas opositoras, disidentes al
régimen, sino también la limpieza de potenciales competidores al líder
supremo, Stalin; de esta manera fueron ejecutados Grigori Zinóviev, Lev
Kámenev, Nikolái Bujarin, León Trotsky y todo el comité central que
liderizó la revolución bolchevique. Es típico de ideologías
autoritarias, organizadas alrededor de caudillos: sólo puede existir una
fe, por tanto un solo líder protector de la creencia.
En el caso del
MAS, potenciales competidores al liderazgo de Evo Morales han sido
neutralizados, aislados, perseguidos, a medida que estos emergían; Abel
Mamani, Félix Patzi, Román Loayza, Alejandro Almaraz, Filemón Escobar,
Rebeca Delgado… Como en el partido leninista, el “Jefazo” no permite que
haya alguien pensando por cuenta propia, fuera de la línea oficial.
Todo ello, en nombre de un “reino de mil años”, llámese comunismo,
socialismo comunitario o Vivir Bien, al cual nunca se llega, pero se lo
promete.
El autor es sociólogo e investigador del CESU-UMSS
conversaciones, tertulias, confidencias trascendentes del pasado, de la actualidad y del futuro
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sábado, 15 de agosto de 2015
sociólogo el autor Carlos Crespo refiere que Stalín se deshizo de sus "competidores" en el liderazgo de "la revolución rusa" Zinobiev,Kamenev, Bujarin, Trosky que la hacían sombra, tal cual Evo se ha desligando de los líderes Mamani, Patzi, Loayza, Almaraz, Escogar y Rebeca Delgado y que García Linera recomienda "cuidar al Jefe", lo que no dice es que el próximo "purgado en esta lógica será el Vice a estar por "las reglas de su revolución permanente".
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