Vistas de página en total

miércoles, 29 de junio de 2011

pedir peras al olmo...difícil compartir el pedido de Daniel Pasquier para que el Gobierno conceda amnistía...su mandato es el odio, su poder la coca, su instrumento los cocaleros. no habrá perdón ni habrá amnistía con SE en el Palacio



El gobernar escuchando al pueblo, debería ser la regla y no la excepción. El primer campanazo lo dio diciembre 2010 con el “gasolinazo”. Se demostró que era posible revisar las decisiones hasta retroceder aboliendo la norma dictada. Aunque la nivelación de precios de los combustibles a precios internacionales continúa siendo una necesidad, por las mismas razones explicadas por el gobierno, el haber esquivado el bulto durante varios años puso la situación “insostenible” (Evo Morales). Pero, el reajuste de una sola vez (hasta del 82% en algún caso) era impracticable, y volvió al decreto y a sus gestores, impopulares. Todos los sectores de la economía entrarían en crisis incontrolable. Después de seis meses de la reversión del decreto aún las consecuencias sobre los precios de los productos en la canasta familiar siguen sin estabilizarse. Fue “un error de cálculo” dice el Vice, el gobierno se las vio negras; se demostró que era mejor escuchar al pueblo.

Continúa la regulación negativa a las exportaciones de algunos productos agropecuarios, con desastrosas consecuencias: escasez y encarecimiento de artículos de primera necesidad. De exportadores a importadores en dos cortísimos años. La experiencia no es novedad, donde se han restringido los incentivos a la producción, donde se han impuesto regulaciones innecesarias a las exportaciones o se han regulado desde arriba los precios coartando la libertad del juego a la oferta y la demanda los almacenes y los mercados se vacían de productos nacionales primero para inundarlos después con productos de contrabando. La segunda etapa, cuando falta circulante, los alimentos desaparecen de la mesa de los comensales más pobres hasta convertirse en bienes suntuarios (ejemplos recientes bien documentados, Cuba y Venezuela). Con medidas “técnicas” de mentes desconocedoras de la realidad del sector se crean EMAPAS para complicar más la situación hasta convertir las importaciones ilegales en “un botín” de complejas implicaciones políticas. Se empieza a escuchar a los productores y comercializadores (gremialistas principalmente), y se retrocede en parte ante la constatación de errores. La crisis se va resolviendo y se comprueba otra vez que es bueno escuchar al pueblo.

Mayo del 2006 quedó grabado para la historia: nacionalización del gas y los hidrocarburos. Sin embargo, van cinco años, YPFB con más de media docena de presidentes, varios ministros, millones en publicidad, la nacionalización en veremos y no arranca la industrialización. Los contratos de exportación en riesgo, obligados a renegociarlos en condiciones cada vez más duras. ¿Qué pasa? Por fin se contratan técnicos con sueldos competitivos y se revisan los contratos con las empresas socias de YPFB, aunque no se conozcan públicamente los detalles. Se incorporan nuevos actores y nuevas figuras societarias, como la empresa rusa Gazprom, la francesa Total y nuestra YPFB unidas en un proyecto. ¿Será posible recuperar el tiempo perdido? Mucho depende de las garantías jurídicas ofrecidas al sector, que invierte y arriesga mucho en capital y tecnología. Se habrá escuchado la voz de los empresarios (los primeros interesados en que las cosas marchen bien, la única manera de sacar beneficio), de los técnicos honestos de YPFB que se han atrevido a pintar el cuadro real a sus mentores políticos, y a la propia realidad de crisis al que ha llegado el sector. Escuchar y rectificar. De nada sirve “garantizar”, como el caso de la energía, cuando ya se tienen cortes “programados” y no programados, poniendo en riesgo a la industria, al comercio y hasta a los artefactos domésticos (el único patrimonio del pobre).
El descrédito de la otra nacionalización, el “chutazo”, convertir autos ilegales en legales. Los vecinos levantan la voz. En la página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil una nota de CJ Marques califica la medida como “uno de los mayores premios al crimen organizado del que se tenga noticia en la historia de la humanidad”. ¿Típica exageración brasilera? No les importa si la Ley 133 se dictó por puro cálculo, recolección de 200-600 millones de dólares frescos para Hacienda, en apuros con el déficit fiscal, o para cumplir la promesa a los cocaleros del Chapare y menos si es para que el viceministro de Gobierno negocie “chutos por rehenes”. La “razón social”, para ayudar a los pobres a tener su auto, no ha tenido eco.

Pero, ojo, dentro y fuera se hacen conjeturas.

Se refuerza la imagen del “cocazo” o poder del narcotráfico. Todos los ojos encima. Bastó que el ministro O. Coca reclame a los cocaleros por “mucha coca” y de inmediato renuncia “por motivos de salud” (E. Martínez); el Informe de NNUU apunta al aumento de las plantaciones de coca y el embajador de Brasil en La Paz subraya “estamos en permanente contacto con el gobierno, muy seguro, muy confiados que están trabajando duro en eso”, lenguaje diplomático. En Argentina se destacó el secuestro de 1.500 kg en 48 horas, la mayor parte (966) a 12 km de la frontera boliviana. Y la firma del acuerdo con EEUU (DEA) y Brasil sobre el tema sigue retrasada. La relación con Chile, peor.

Gobernar escuchando al pueblo. Frente a tantos problemas, ¿No es hora de plantear una amnistía a los presos y perseguidos políticos?

Convocar, con sinceridad, a la reconciliación nacional. Trabajar en una propuesta al país entero, con las 37 naciones del Estado Plurinacional, para enfrentar la lucha contra la pobreza, el desempleo, la inseguridad ciudadana, la intolerancia, la falta de solidaridad. No para enfrentarnos los unos contra los otros. Es hora de acabar con la persecución política y la confrontación, una estrategia eficaz para la toma del poder pero, a la larga, carente de fundamento ético y que deshumaniza las relaciones entre los ciudadanos y el Estado. Convocar al sacrificio, por una Nación en paz y con justicia.

viernes, 24 de junio de 2011

Guardo para Cayetano Llobet el mayor respeto. su palabra sabia tiene una transparencia profética. hay premonición en sus vocablos. Salud compañero!

El encuentro con el amigo íntimo que fue y que, aparentemente, ya no es el mismo, no debe ser muy fácil. Humala  -el de antes-  hablaba de la construcción del nuevo socialismo del siglo XXI, coordinaba con Evo y con Correa las marchas campesinas que iban a alborotar regiones peruanas, reían de los miedos de Alan García, que era el próximo que tenía que caer, planeaban las formas de compartir entre Bolivia y Perú las “casas del Alba” que financiaba Venezuela con asesoría cubana. Disfrutaban, en fin, la visión de sus próximas glorias en los paraísos socialistas compartidos. Lo que fue…
Y ahora -¡los milagros existen!-, Evo se encuentra con un amigo que ya no es el que conoció. Éste  -el nuevo-  es un caballero encorbatado, sereno, que ahora tiene que compartir menú y mantel con banqueros e industriales. Y, claro, cuando viene a Bolivia,  ya  no habla de  proyectos socialistas sino “del sueño de revivir el proyecto del Mariscal Santa Cruz”, que Perú y Bolivia sean un solo país, que somos lo mismo, que tenemos la misma historia, que el sello aymara  es común para los dos, etc., etc. Y hablar de sueños, a estas alturas, es contar cuentos.  Es un señor que ha firmado documentos con garantía de buena conducta, que ha tranquilizado a los empresarios, que ha hecho felices a los intelectuales pidiendo a Mario Vargas Llosa que vista su más elegante toga de príncipe del liberalismo  para explicar en Washington, China, Japón y Bruselas las virtudes del próximo gobierno: una suerte de Canciller ad hoc con su prestigio intelectual como traje diplomático de gala, para que en esos países no vean el uniforme militar ni el poncho rojo. Para  dar fe de que el “milagro Humala” sí se ha producido. Porque si de milagros se trata, ¿por qué no se puede volver de la promiscuidad populista-socialista a la virginidad del neoliberalismo? ¿Por qué el diablo no se puede convertir en ángel?  ¡Si hasta la Biblia nos cuenta que ya había sucedido lo contrario!
Evo, que se niega a aceptar las realidades, lo mira con curiosidad y debe pensar que algo de traición hubo en el camino. No sabe, o no quiere saber, que lo de Venezuela es un rotundo fracaso. Su amigo Lula ya no es el aliado que le hacía campañas con guirnaldas de hojas de coca y que la preocupación de su sucesora Dillma es el narcotráfico que viene de Bolivia. Y eso que los cubanos le cuentan todos los días la espectacular quiebra del experimento socialista.
Pero también  es cierto que debe tener la remota esperanza de que este  Humala esté haciendo lo mismo que hizo Chávez en 1999.  Prometió que no iba a buscar su permanencia indefinida en el poder, que iba a respetar la propiedad privada, que iba a ser un demócrata ejemplar y después hizo todo lo contrario. Puede ser que Evo esté pensando que Humala está jugando el mismo juego,  ¡mucho más si entre ellos se había desatado una suerte de pasión política incontrolada… se adoraban!
Tampoco sé lo que, en privado, le habrá contado Humala. ¿Le habrá deslizado algún secreto? Quizás Humala le ha asegurado que sigue siendo el mismo de cabeza cuartelaria y mentalidad estatista, pero que por el momento, tiene que disimular. Quizás le ha confesado que, después de todo lo que ha visto en el Perú en todas las encuestas, no tiene otro camino que cambiar el socialismo por el progreso. Quizá le ha dicho que si Bolivia sigue empeñada en el chavismo fallido, se puede ir fácilmente al carajo…   Quizás. 
El problema es que nunca se sabe lo que los amigos hablan en privado… ¿o ya no serán tan amigos?

jueves, 23 de junio de 2011

Karem Aráuz conocedora del tema explaya ideas y relieva hechos de la política argentina cuando Cristina Fernández decide lanzar a la contienda electoral. Excelente trabajo Karem!

Estaba tratando de desenmarañar hasta qué punto puede estar afectando al kirchnerismo el último escándalo sobre la millonaria estafa de las supuestas santas Madres de Plaza de Mayo, colaboradas por el adoptado Schoklender,  cuando casualmente y gracias al zapping en un aburrido feriado impuesto, me encontré con que en cadena nacional argentina, Cristina Fernández anunciaba oficialmente su candidatura, ovacionada, como no podía ser de otra manera, por su habitual claque  y miembros de su gobierno.

La proximidad de la Copa América, la ruptura del compromiso matrimonial del botín de oro Forlán y la mimada modelo Zaira Nara, o el posible descenso de River, no parecen ser suficientes para lograr entretener a los argentinos y desviar su atención antes que el escándalo tome más impulso en la conciencia ciudadana.  Sin alternativa de más glamoroso momento,  Cristina se lanza cuatro días antes del vencimiento del plazo instituido.

Tenía hasta hoy ingenuamente, lo reconozco,  la idea que finalmente no se dejaría vencer por la tentación de prorrogase y peor aún, correr el riesgo de jugársela el todo por el todo, pues  muy posiblemente, perderá una eventual posición de poder detrás del trono y una indispensable  inmunidad.

Guardando las distancias -sobre todo en lo referido al liderazgo indiscutible de Perón por décadas- la sucesión a la viuda, que mantiene estudiado riguroso luto y compungido semblante, se repite en la historia argentina.

La parejita imperial, hasta la desaparición de Néstor, tuvo la indudable habilidad de capear múltiples denuncias de corrupción desde la época en que él fue Gobernador de Santa Cruz y ella parlamentaria. Pero la habilidad casi de prestidigitador del desaparecido Presidente, no es tan fácil de heredar.

Parte de su habilidad, fue mantener casi cohesionadas a las diferentes ramificaciones del justicialismo.  Diversos analistas del quehacer argentino, opinan que Cristina no tuvo la misma destreza.

Aparentemente su candidatura además de ser rehén de los sindicatos -representado por la agigantada figura de Moyano- estará sustentada más que nada por La Cámpora, organizaciones sociales de izquierda y exjóvenes idealistas, hoy más ocupados en dinero fácil, celulares de última generación, adminículos electrónicos de moda o motos de gran cilindrada y marca.

Kirchner fue muy hábil, si  recordamos con suspicacia -entre otras maniobras de copamiento de las instituciones- acciones como la rápida remoción total de la Corte Suprema de Justicia y la barrida de los líderes de oposición. Un gran candidato como Mauricio Macri, se bajó de la carrera hace tiempo ya consciente del poderoso y tramado engranaje kirchnerista. Inteligente movida. Mejor que sea ella misma la que cargue con sus errores en un próximo período presidencial  y no pretenda volver el 2015, dejando que al campo minado que está legando, lo limpie otro. Sin embargo, quedan en carrera importantes opciones como Duhalde o Alfonsín.

Cristina hereda entre otras cosas, el apellido y el evidente vínculo con Hugo Chávez, quien enfrenta hoy duras críticas por los millonarios aportes que con el dinero de  todos los venezolanos ha estado apuntalándola (como un Evo Cumple). Estos recursos han ido en  gran medida a la famosa organización de las Madres de Plaza de Mayo, de visible cercanía a la Presidente,  con inversiones en viviendas populares que son un verdadero pozo negro.

La siniestra cara bondadosa de  la abuela Bonafine, pañuelo blanco en la cabeza, se asemeja demasiado a las otras abuelas presentes en los actos de graduación de miles de militantes de un nuevo MRTA que están siendo entrenados en una Provincia tan cercana a Bolivia como es Jujuy, donde las whipalas y las banderas bolivianas se mezclan con la icónica imagen de Ernesto Ché Guevara. Éste es uno de los temas que exigirá explicaciones más pronto que tarde.

Un denominador común de los progresistas, es el uso del poder del estado para intervenir en las decisiones de las empresas privadas en los respectivos países de supuesta seguridad jurídica, en lo que los gobiernos pretenden dictar cómo y dónde reinvertir y distribuir sus utilidades.  En la alocución de autoproclamación, la Sra. Fernández no dejó pasar la nueva oportunidad de recriminar a los medios privados de comunicación por supuestas campañas de desprestigio a lo que en verdad son simple y llanamente, expresiones de rechazo ante las múltiples irregularidades. Otro común denominador por nosotros muy conocido.

Hasta hace un tiempo, muy pocos hubieran protestado por las “inversiones en el proyecto  continental”. Hoy las cosas no parecen estar yéndole muy bien a Chávez –Humala no desea impregnarse de su aroma por ahora- y el nexo política albina-corrupción, es cada día más evidente y genera más y mejores preguntas.

El drama argentino, como de varios de los países que siguieron el fuego fatuo de un pretendido cambio portador de gran felicidad y prosperidad, es que la razzia que se ha hecho con las instituciones políticas, deja momentáneamente a la gente con escasas expresiones formales de oposición. Las cosas empezarán a cambiar en el momento en que como en el judo, se animen a usar la fuerza contraria en beneficio propio.

Salud, su señoría

Salud, su señoría: "Un juez de la Corte Superior de Justicia de Santa Cruz apenas podía mantenerse en pie el otro día, cuando fue llevado a la Policía, después de ocasionar un accidente a bordo de su vagoneta. Los uniformados comprobaron que tenía el máximo nivel de alcohol que puede soportar el cuerpo, pero aun así le fue muy bien. En Tránsito ni siquiera aplicaron el procedimiento para estos casos, un juez colega del borrachín lo liberó de cualquier inconveniente jurídico y al Consejo de la Judicatura ni siquiera se le pasó por la cabeza aplicarle alguna sanción. Obviamente, no se trata de cualquier juececillo, sino uno de los principales ejecutores de la “limpieza plurinacional” que lleva adelante el Gobierno en los tribunales cruceños y el autor de varias órdenes de arresto y traslados a La Paz de algunos colegas suyos. El presidente Morales dijo la semana pasada que el trago es el origen de la inseguridad ciudadana y vaya que tiene razón, pues hay que ver el peligro que ocasionó aquel juez la otra madrugada. Lo que no aclaró es que todos deben privarse de beber menos sus cuates, los que responden a su esquema. He ahí un simple botón que nos anticipa lo que se viene con la nueva justicia que nacerá tras la elección del 16 de octubre."

domingo, 19 de junio de 2011

Cayo Salinas compara Brasil, Perú Bolivia y a sus timoneles Lula, Humala y Evo que si continúa ligado a Cuba y Venezuela tiene mucho que perder, mientras Perú saldrá adelante!


Nada hará detener la capacidad de los pueblos de integrarse y de buscar mejores oportunidades de negocios. Ningún país, medianamente serio, puede darse el lujo de automarginarse,  desoyendo las reglas del mercado y pensando que con arengas contra el modelo liberal puede imponerse una visión de Estado que le sea contraria y antagónica. Nadie sobrevive bajo esas condiciones o por lo menos, si logra  hacerlo, sólo alcanza para  llegar a ese umbral, nada más.  Lula se dio cuenta que debía ser Presidente del Brasil y no del PT, y le fue como le fue. Jamás interfirió con el mercado y con las reglas básicas que norman la conducta empresarial brasilera. Por algo y no por nada,  en este momento ese país es la octava potencia del mundo y su expresidente goza de una popularidad innegable. Hizo las cosas correctamente al no caer en la muletilla del “cambio”, y no la utilizó como si fuera la receta que indefectiblemente todos los gobernantes deben usarla cuando ejercen la presidencia de un país. En otras palabras, ¡no fue demagogo!
Y es que pensar que todo lo pasado es malo y creer que por enarbolar el cambio todo será mejor, es tanto como mirarse en un espejo y autoconvencerse que eres ¡irresistible!, cuando no es así.  
Por otro lado, pareciera que con Humala en el Perú acontecerá lo mismo. Lejos de Chávez para no recibir influencias malsanas y cerca de quien sabe hacer las cosas –Brasil– el Presidente electo está de gira con traje y corbata por delante, al fiel estilo inglés, estructurando los lazos políticos en el orden internacional que sostengan la economía peruana luego del remezón de las bolsas a raíz de su victoria.  Y como a veces es bueno mirar debajo del agua, nada más reparen en el hecho que el inefable Estados Unidos (para los socialistas del Siglo XXI) supo moverse tan bien en el Perú, que jugó a ambos bandos en la perspectiva  de que cualquiera de los dos candidatos en las urnas pudiera triunfar en la segunda vuelta: mandó a Vargas Llosa y Toledo  a apoyar un Ollanta y a Hernando de Soto a Keiko Fujimori. Lo importante era 1) garantizar que Chávez no tenga un aliado más que ponga en riesgo el gran momento por el que atraviesa la economía peruana gracias a la excelente gestión de Alan García, y 2) desestabilice en mayor grado los pesos y contrapesos en esta parte del Continente.
Como puede observar, las cosas están planteadas de tal manera que al final lo que prima con  la política y diplomacia de por medio, es la capacidad y habilidad para hacer negocios. Integrarse, ser parte de  acuerdos comerciales, vender más, exportar con valor agregado cuidando el consumo interno, ser hábil en el manejo de la cosa pública y no rehuir al mercado porque siempre estará ahí y jamás se irá, es la receta que debe mover los hilos en la conducción de un país.
Así y sólo así se reducirá la pobreza. Lo entendió Lula y parece que Humala va por el mismo camino. Ya abrió  la posibilidad de vender gas a Chile dejando de lado razones ideológicas, mientras en Bolivia se continúa  con el discurso de “ni una molécula para Chile” y sin las señales adecuadas para mejorar el negocio del gas en aquello que todo país precisa: inversión extranjera.
Termino aquí: mientras sigamos apostando a un modelo de Estado fracasado como el cubano o el venezolano, relegaremos la oportunidad de lograr el salto hacia el crecimiento y reducir la lacerante pobreza que lastima a importantes sectores de la sociedad boliviana.  

El autor es abogado

viernes, 17 de junio de 2011

Verguenza de los dichos y hechos de Evo y envidia del nuevo proceder de Humala que ojalá no nos resulte con las mañas de Hugo, de Fidel, de Evo. Tertulia de Winston Estremadoiro en LT

Los bolivianos deberíamos sentir vergüenza ajena ante tanta burrera dicha por nuestro Presidente. La última fue proferida hace poco. Evo estaría camino a ser estadista si solo hubiese aseverado que todos los bolivianos tenemos derecho a una buena educación, en vez de la sandez que “todos tenemos derecho a tener un auto”. Deberíamos sentir vergüenza ajena por tanta zoncera disfrazada de ciencias sociales del matemático convertido en sociólogo dizque con la lectura de 25.000 libros. Peroró en Madrid que en el país, “el cambio sociopolítico vive una ‘quinta fase’ en la que hay diversas ‘tensiones’, pero todas tendentes a anteponer el interés común a los intereses privados, sectoriales o corporativos”; derivadas del imperativo de que sea “el Estado el que marque el rumbo y adopte las decisiones”.Bastan unas preguntas para que salte a la vista el blablá. El Presidente justifica una amnistía más para que vivillos legalicen su contrabando y su Gobierno tenga dinero de caja chica, porque la caja grande proviene de la reserva de divisas. ¿Es el interés común de los bolivianos que esa puerta al contrabando a Bolivia que es la Zofri de Iquique, liquide sus existencias de automotores usados, importados precisamente para que los “penderejiles” –así los llama Paulovich-- malgasten sus ahorros?¿Es el interés común de los bolivianos que el sueño pequeño burgués de tener un carro dispare las importaciones de gasolina y diesel en desmedro de la balanza de pagos? ¿Es el interés de todos los bolivianos que el Estado –Evo y Álvaro en la onda del “l’État, c’ést moi” del rey Luis XIV de Francia-- replete las calles de vehículos, incremente la contaminación ambiental e involucione el país a pueblo de taxistas, de por sí ya nación de borregos, como decía William Lederer?Si tuviera que confesarme ante un cura, la envidia sería uno de los pecados capitales a revelar ante otro ser humano para ser absuelto. No la variante “figuretti” que pavonea alguno y le hace objeto de mofa. O la que lleva a padres de familia a endeudarse para farsear un nuevo cuatro por cuatro. O la vanidad que convierte en pechugonas a chiquillas, con implantes de gurús de la belleza trucha, de la mano de la mamita y con la plata del papito –describe Mónica Olmos--, para después terminar en pasarela de fotos que ofrecen señoritas de compañía a los ricachones de hoteles de cinco estrellas.La envidia ajena es la hermana de la vergüenza ajena. Envidia ajena es la que torva se arremolinó a mi alma por un instante, al leer las noticias del periplo del Presidente electo del Perú: Ollanta Humala. Los síntomas ya se entreveían al programar su viaje a Brasil, Uruguay, Argentina y Chile, dejando de lado la peregrinación hacia la Meca del socialismo del siglo XXI. Cereza de la torta fue posponer indefinidamente el viaje a Caracas y programar más bien uno a EEUU, potencia con la que hay que “fortalecer las relaciones… a causa de nuestra lucha contra el narcotráfico”, declaró. Yo ironizo que una diarrea cagalitrosa de bronca quizá aquejó a Fidel, Hugo, Daniel y Evo.Figúrense, el otrora rabioso chavista desentraña al sinuoso Lula –ése de un discurso radical “for export” y manejo económico neoliberal-- pregonando una versión ideológica que conjuga el fomento de una sociedad más equitativa, con el desarrollo económico necesario para bancarlo. Se ha definido una variante brasileña, a la opción caribeña que tanto mama de la teta de fracasado castrismo, dentro el mismo Foro de São Paulo que engendrara la nueva izquierda latinoamericana. Imagínense, Humala envía a Álvaro Vargas Llosa –sí, aquel del “Manual del perfecto idiota latinoamericano” --a Beijing, Tokio, Bruselas y Washington, a calmar aguas financieras cual si fuera un ministro provisional de relaciones exteriores. Un analista sugiere que pudiera costarle una conspiración chavista para tumbarlo, como a Lucio Gutiérrez en Ecuador.Falta ver si Ollanta Humala será otro falsario que cambiará de rumbo al controlar los hilos del poder político. Como el Hugo Chávez desenmascarado en una entrevista televisiva, que mintió tres veces antes de las elecciones en 1998: aseguró que entregaría la presidencia en cinco años, que no nacionalizaría ninguna empresa, ni quitaría ningún canal de televisión de manos privadas. Hoy sabemos que todo fue mentira, lo que es una constante de la politiquería de autócratas y demagogos.Me trajo recuerdos del entonces presidente electo de Bolivia, Evo Morales, que humilde en su chompa a rayas paseó por Europa arrebujado en la simpatía de sus gobernantes. Quién diría, hoy emula a Fidel Castro al proclamarse marxista y leninista; es un clon del dictador de Sabaneta, quizá camino a ser el tirano de Orinoca, con la imitación pobretona, pero minuciosa, de los errores de Hugo Chávez. Incluyendo la pachotada de proclamar que Sudamérica se viste de rojo con la victoria de Humala, cuando se sabe que al fucsia chavista hay alternativa sensata de punzó con toque pragmático de “verde-amarelo”.Chico Buarque me consoló con su canción “quem te viu, quem te ve, quem jamais esqueçe, não pode reconhecer”. No fue suficiente. Aún así me sumergí en recurrente reflexión sobre lo que jodió a esta Bolivia, reino del revés y digna de mejor suerte.Quizá es maldición del brazo libertador del Mariscal Sucre, baldado en el país por ambiciosos malagradecidos, que de nada le sirvió para defenderse en la emboscada de Berruecos donde fuera asesinado. El autor es antropólogo

miércoles, 8 de junio de 2011

Surco conocido por sus borracheras oficiales, por el maltrato a los vehículos del Estado, por su prepotencia en Caranavi ahora ofrece "coimas" para olvidar los crímenes de Caranavi

"El senador masista Fidel Surco, uno de los promotores de la ley que autoriza la amnistía a los autos “chutos” ha sido denunciado por dirigentes campesinos de la localidad de Caranavi, supuestamente por ofrecer sobornos a los familiares de los dos jóvenes que fallecieron el año pasado en la violenta represión policial que acabó con las protestas ocurridas en mayo del año pasado. Los denunciantes hicieron llegar a la Red PAT una grabación en la que se escucha supuestamente a Surco, ofreciendo pagos e indemnizaciones por las dos muertes. '¿Cómo quieren resolver los familiares?, hay la voluntad del gobierno, para reconocer. Pero el problema es que los familiares se comprometan, no digamos hacerse utilizar. Pero el tema del monto no sé, desde ya yo voy a decir, ese planteamiento existe, está por manejar los costos', son las palabras que habría usado el senador ante los que reclaman justicia por aquellos asesinatos. De la misma manera que el Gobierno negó la autoría de la ley de los autos “chutos”, se ha rechazado la existencia de esta propuesta en Caranavi. La ley de amnistía a los contrabandistas se dio y eso es suficiente prueba de que la palabra de Fidel Surco vale."