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martes, 29 de marzo de 2016

Felicitar a El Deber. se pronuncia de forma categórica y firme. "Estamos cansados de corrupción, de cortinas de humo" y de modo aún más concreto "de campanas" diríamos para emborrachar la perdiz...y pretender cantos de sirena para engañar a la gran masa. se tiene que llegar al fondo y pronto en esto de "tráfico de influencias"..

La débil investigación por el caso CAMC entra en una semana de definiciones. La comisión especial conformada en la Asamblea Legislativa Plurinacional debería dar respuestas por uno de los mayores casos de presunta corrupción desde que comenzó la gestión gubernamental en enero de 2006. No podemos abrigar grandes esperanzas, sin embargo, dado que el órgano que realiza las indagaciones está controlado por el oficialismo y parece lejos de realizar una investigación independiente. 

Hay que saber que está en juego la credibilidad del Estado sobre siete megacontratos por más de $us 500 millones otorgados a la empresa china por vía directa sin mayor fiscalización. La denuncia realizada por el periodista Carlos Valverde, el 3 de febrero, señala directamente al corazón del poder, lo que aumenta la gravedad del caso.

Llama la atención que, al menos, siete ministros se han ocupado militantemente de salir en defensa del presidente Evo Morales, señalado por presunto tráfico de influencias, dado que su expareja, Gabriela Zapata, terminó al mando de la CAMC. Sin embargo, no dan datos concretos sobre las dudas que se han generado sobre esta materia. ¿Por qué se dio a una sola empresa contratos millonarios sin licitación pública? ¿Por qué se otorgaron las obras a una empresa cuestionada en otros países por abusos laborales y malversaciones? ¿Qué papel jugó Zapata en este proceso? ¿Continuaba Zapata en relación con el presidente Evo Morales durante la firma de esos contratos?

El pueblo boliviano no quiere campañas ni cortinas de humo. Reclama respuestas porque está cansado de la corrupción, un lastre que no se ha podido erradicar pese a las promesas electorales para la gestión del MAS. La corrupción es la principal preocupación de los electorados en América Latina y los gobiernos tienen la obligación de responder al respecto.

La expareja del mandatario está detenida desde el 26 de febrero y el pasado miércoles se celebró su audiencia de medidas cautelares por legitimación de ganancias ilícitas en la que acusó directamente al ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, de estar vinculado con el caso. La oposición ha alertado que tanto la investigación que impulsa la Contraloría como la que tiene en sus manos el Poder Legislativo son parte de una operación de limpieza de cara del Gobierno de Morales. Esperemos que funcionen las instituciones y se recupere la confianza rota por este y otros casos donde todo está más oscuro que claro

lunes, 21 de marzo de 2016

Maggy Talavera desde El Deber se refiere al drama madre-hijo que desde hace un mes ocupa a la opinión, "obsesionados por revertir la derrota del referendo, no dudan en hacer escarnio ni respetar la humanidad de los actores" este mal hiere profundamente a una sociedad descorazonada, más parecida a la telenovela, tragicomedia o anécdota, que no toca el tema de fondo que es el tráfico de influencias.

Ningún esfuerzo parece bastar para lograr fijar la atención en temas que nada tengan que ver con el presidente Morales y la historia de desamor, cada vez más sórdida, que él vivió con quien era en el inicio solo una chica saliendo de la adolescencia. Cada día, desde hace más de un mes y medio, surge algún dato o un hecho que da pie a declaraciones oficiales y oficiosas que han convertido la revelación de un secreto, acompañada de una sospecha de tráfico de influencias, en un juego de poder macabro que está lejos de acabar, pero ya suficiente para terminar de desvelar la verdadera naturaleza de quienes nos gobiernan. Una naturaleza que está marcada por una característica que los distingue de las mayorías, y que es inherente a los impíos: la falta de compasión vista en el pensamiento que los mueve, en los sentimientos que manifiestan y en casi todas sus actuaciones. 

Ningún otro hecho contribuyó tanto a exponerlos tal cual son, reyezuelos desnudos, como el caso Evo-Zapata. Obsesionados por revertir la derrota sufrida en el referendo, para cuyo propósito les es indispensable sostener en pie e incólume al ‘tata Evo’, no han dudado en hacer escarnio público de la que consideran culpable de desvestir ‘al rey’. No han medido esfuerzos ni respetado límites en ese intento. Poco les ha valido la vida, ya no de una mujer, sino la de un niño que todos coinciden en reconocer, vivo o muerto, y menos aún el respeto a una población a la que acuden una y otra vez pidiendo votos y el aval a todas sus acciones, incluidos abusos de poder y fechorías. Al binomio madre-hijo se lo han pasado por el forro, mientras que a la ciudadanía la han degradado a categorías que van desde las trilladas ‘derechistas’ y ‘racistas’, hasta la novedosa ‘descerebrados’, escupida hace poco por otro ministro. Es una realidad preocupante, dolorosa, que hiere profundamente a una sociedad que, más que descerebrada, está descorazonada. Hace al sentimiento más profundo y válido que mueve a la gente. Algo que parece no ser aún comprendido por muchos estudiosos y analistas que insisten en restar valor a lo que llaman ‘telenovela’, ‘tragicomedia’ y aun ‘anécdota’, convencidos de que el tema central nada tiene que ver con el carácter impío de los gobernantes, sino solo con el tráfico de influencias y la corrupción. Como si estas no fueran frutos del primero 

viernes, 18 de marzo de 2016

Erika Maria Brockmann explica el término "Tráfico de Influencias" el delito que Carlos Valverde tipificó en Evo Morales, que siguiendo "las sugerencias" de Zapata (con quién tuvo un hijo) para realizar grandes negociados en contratos con el Estado. buen trabajo apreciada Erika.

Según el tribuno español Manuel-Jesús Dolz , el tráfico de influencias (TI) es uno “de los delitos mejor concebidos para atajar la corrupción política, por su naturaleza ataca directamente el ‘caldo de cultivo’ de la corrupción, pudiendo considerarse un delito ‘madre’ de los delitos de corrupción. Por esa misma razón no extraña la resistencia a aplicarla y la escasa jurisprudencia acumulada de este delito en la jurisprudencia española. 

Recupero estas consideraciones sobre el delito de TI por su pertinencia. No solo porque el presidente Evo Morales dijo desconocer el concepto, sino porque todos parecen eludir su referencia a la hora de investigar el bullado caso Zapata-Morales-CAMC. 

Serán dos semanas desde que Gabriela Zapata, ex pareja sentimental de su excelencia, y Cristina Choque, exconstituyente del MAS y por años jefe de la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia, están detenidas preventivamente. Ahora bien, ¿están todos los que tienen que estar detrás de las rejas ‘preventivas’? Es poco convincente que dos mujeres treintañeras, por ‘astutas’ que sean, constituyan el eslabón primordial que terminó engatusando y abusando de la buena ‘fe’ de los jerarcas del Estado Plurinacional. 

No es casual que, dada la gravedad de la denuncia y los indicios presentados, el caso se investigue en distintos niveles y se haya conformado una comisión legislativa multipartidaria para aclarar la ‘verdad histórica’ de lo acontecido. Sin embargo, la investigación parece desviar su atención hacia aspectos colaterales, no menos importantes, como el cumplimiento de los contratos y el logro de resultados de los proyectos, que podrían calzar en otros tipos de delitos de corrupción. ¿Por qué no indagar, primero, los procedimientos y criterios aplicados antes de y durante la contratación y, a partir de ello, reconstruir y analizar la cadena de decisiones, acciones y relaciones entabladas en esas circunstancias por los distintos actores institucionales y empresariales comprometidos en esas millonarias adjudicaciones? 

Esta historia pareciera tejerse en dos dimensiones narrativas. Por un lado, la ‘historia oficial’, que diluye el tratamiento del supuesto TI y anticipa argumentos que subestiman la inteligencia de una ciudadanía desconfiada con el poder. Y, por el otro, aquella ‘historia oculta’, que florece ante la falta de transparencia, la crisis y el desprestigio de la justicia, a la sombra de “verdades que son secreto a voces”, atizadas por la especulación, el morbo, el machismo y la confrontación política. De pronto, la “verdad oficial es la realidad aparente”, no necesariamente concordante con las percepciones y “verdades legitimadas en el imaginario de la gente”

miércoles, 9 de marzo de 2016

Karen Arauz sin pelos en la lengua se refiere a los anuncios de"habilitar a Evo como candidato para el 2019" lo que parece un chiste después del contundente NO del 21F. ocurre como antes, como siempre, de la Casa Real (Paulovich) salen los rumores, las resoluciones, las consignas y el dinero para aplicar los deseos del "monarca" en realidad, lo que provocará reacciones imprevisibles.


REACCIÓN MATA SOSPECHA

Es obvio que resulta muy complicado para Evo Morales, admitir que su romance -en algunos casos-, o simple convivencia tolerante en otros, con ciertos estratos de la sociedad boliviana han llegado definitivamente a su fin. La clase media, o media clase como gusta decir, es la más firme en marcar distancia. Y a juzgar por cómo esgrimen los argumentos ante el contundente golpe  que inesperadamente recibió sobre todo la figura presidencial, las diferencias son ya insalvables.
Ya nadie ignora que ni siquiera a algún reflexivo asesor - si es que lo tuviera-, Evo Morales le admitiría la mínima crítica. No tiene la capacidad de oír a nadie que no coincida con su propia interpretación de la realidad.  Con el agravante que su círculo íntimo, aquel en el que ojalá pudiéramos depositar algo de esperanza al momento de imponer racionalidad en el modo  como enfrenta el Presidente los conflictos que aunque mínimos lo desbordan, no sólo lo secundan en descabelladas actitudes, sino, que a modo de mostrar su total adhesión al jefe, suelen superarlo al momento de lanzarse ante la opinión pública nacional e internacional, profundizando la brecha que se ha impuesto entre la ciudadanía y el Poder.
Es indudable que su renuencia a aceptar un resultado limitante bajo las reglas democráticas  que supuestamente rige  la convivencia en el país, está sumiéndonos en una incertidumbre de alta peligrosidad. Nada peor que esa inquietud que va envolviéndolo todo. Es comprensible que ciertos actores sociales, en su afán de seguir siendo favorecidos con las prerrogativas que empiezan a diluirse, reaccionen insensatamente.  Pero un líder como Evo Morales,  debería ser la voz que marque un camino con racionalidad,  presentando a sus seguidores opciones que marque el norte para la coyuntura que se presenta para el 2019. Las bravuconadas y desafiantes posiciones no conducirán más que a una verdadera guerra en el único vehículo de expresión al que acceden todos sin necesidad de ser partidarios de ninguna opción política. Las redes sociales por su extensión e ilimitado alcance, son el enemigo identificado al que están amenazando con una ofensiva institucional, sin darse cuenta que ellos mismos seguirán empujando a que las redes sigan siendo lo que hoy son, un verdadero muro de los lamentos y los anhelos del sentimiento popular.
Son muchas las manifestaciones destructivas que se vierten sobre el uso que se da a esa recién adquirida opción para poder comunicar el pensamiento individual con libertad. Evo Morales se ha convertido en un Atila, que capitanea las huestes bárbaras a quienes ha convencido que no existe futuro sin su presencia. Esto demuestra claramente que el  Proceso de Cambio, o sus Revoluciones Culturales y otros eufemismos para su ilimitada ambición de poder que es su verdadera razón de ser. Hace unas horas, un grupo de jóvenes y dirigentes sindicales, han sellado un pacto imposible de cumplir sin violentar las reglas democráticas.  La decisión de encontrar a como dé lugar, una salida que habilite a Evo Morales  para terciar en las elecciones de 2019, es casi un matar o morir. El sectarismo y la intolerancia, sumado a la total ausencia de transparencia en el accionar del gobierno, hace de cualquier manifestación de apoyo fuera de las normas, una declaratoria de interrupción violenta del sistema democrático. Y  esas son palabras mayores.
Ya resulta repulsivo el modo como los operadores políticos de Morales, que no son otros que sus propios ministros y uno que otro asambleísta, enfrentan cualquier tipo de opinión contraria a esa imagen limpia que se esfuerzan por aparentar. Nadie desde su perspectiva, tiene derecho a abrir la boca en disidencia sobre cualquier tema que roce el gobierno, aunque sea tangencialmente.  Se está volviendo intolerable el lenguaje, inclusive el corporal, que usan para defenestrar al oponente. La arremetida oficialista contra Carlos Valverde ha llegado a límites vergonzosos cuando deja el ámbito de lo doméstico y es el mismo Evo Morales que lo internacionaliza de la peor forma estrellándose contra la cadena CNN.  Las situaciones no las crean los de afuera. Si existe desborde informativo, es porque ellos mismos se encargan de crear las condiciones de escándalos sostenidos y permanentes. Ya a nadie le cabe duda que la denuncia en Bolivia, se ha convertido en un derecho y una obligación de riesgo extremo.
El problema es que no se dan cuenta, que sus reacciones desproporcionadas, sólo confirman lo que podría haber sido solo sospechas. Este revisar la letra chica de los contratos con la Camc está muy bien y es una investigación imprescindible.   Y por los síntomas que presenta esta sombría relación con proveedores chinos, es muy probable  que más de uno de esos contratos,  esté efectivamente plagado de imprecisiones, fallas y descuido legal y técnico con claro daño al Estado.
 Que existen irregularidades es obvio. Empezando por lo antirreglamentario de la adjudicación sin licitación pública.   Pero la investigación que todos soslayan, es la denuncia puntual que exige respuestas claras e impostergables y  es el beneficio por uso de influencias e intercambio de favores al más alto nivel. Y eso no lo encontrarán solo en la fría letra de un papel.

Karen Arauz

domingo, 6 de marzo de 2016

la pregunta de Paulo es respondida por su comadre, quién opera de corresponsal en el Palacio Real de plaza Murillo. "hay que cuidar al Presidente" porque en su ausencia automáticamente asumiría García Linera y eso sería algo terrible.

Qué aconsejaría usted, comadritay a nuestro Mandatario respecto a sus relaciones con nuestras conciudadanas? Respuesta: “Que hable con ellas sólo si estas van acompañadas de sus padres o tutores.”
Mi corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo llegó a mi casa conmovida, depositando un caudal de lágrimas en nuestra pequeña sala de redacción para luego comunicarme: “Acababan de difundir la increíble noticia de que han sido detectadas amenazas de muerte contra nuestro presidente Evo”.
Como a cualquier ciudadano, la noticia me conmovió aunque traté de disimularlo ante mi subordinada, diciéndole: “Hay que cuidar al Presidente porque sin él asumiría automáticamente la Presidencia el ciudadano García Linera y eso sería algo terrible”.
La cholita valluna, entre nuevos gimoteos trató de explicarme que por sus observaciones palaciegas está convencida de que Evo no tiene suplente y como su frase le pareció muy futbolística la reemplazó por esta otra “Evo Morales no tiene reemplazante”, que es casi lo mismo.
La sola idea de un país sin cabeza y en manos de los movimientos sociales y de las Bartolinas me conmovió y dije a la valerosa cochabambina: “Tenemos que cuidar a Evo entre todos porque su desaparición sería calamitosa para la nación”, corrigiéndome la cochabambina, “ahora no somos una nación sino un Estado Plurinacional, multilingüe y folklórico”, lo cual es peor.
Convencido plenamente de la necesidad de proteger la vida del presidente Evo, pregunté a mi sagaz reportera cochabambina por algunas medidas que ella sugeriría, siendo ésta su respuesta: “Lo primordial es proteger a Evo de los francotiradores mediante el uso obligatorio de pantalones, camisas y chalecos antibalas que Evo debería vestir de noche y de día y en todo lugar…”, sugestión que me pareció muy apropiada aunque tal vez incómoda para el movedizo Mandatario.
¿Qué aconsejaría usted, comadritay a nuestro Mandatario respecto a sus relaciones con nuestras conciudadanas? Respuesta: “Que hable con ellas sólo si estas van acompañadas de sus padres o tutores.”
Pregunté a la imaginativa cholita nacida en Quillacollo si no temía que nuestro Presidente tratara de ser eliminado como en la época de los Borgia, respondiendo la cholita valluna: “En ese supuesto caso, sugeriría a Evo designar al vicepresidente Álvaro su “probador oficial de alimentos”; de esa manera el país no sufriría problemas de sucesión...”
Así tratamos el asunto de los cuidados a nuestro presidente Evo cuya vida fue supuestamente amenazada en este difícil momento de vive nuestro país.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Agustín afina su texto y degrana todo el andar desde el Referendo. destaca la impostura del pachamamismo, y el lado doméstico del ídolo de barro,la falsedad, la mentira como la del Vice García no le impide "re que ere" dicen los hispanos, miente y remiente, como disponen a su arbitrio de la TV del Estado, desata su verborrea y embrolla con un torrente de falsedades imposturas, felonías y calumnias. poco menos que pide "la cabeza de Valverde" que se atrevió a decir la verdad.

Cuando salieron los resultados oficiales del referendo del domingo pasado, hubo una gran algarabía por parte de quienes habían marcado No en su papeleta, aunque de hecho en realidad no se había ganado nada. A fin de cuentas, las cosas siguen como antes y Evo tiene casi cuatro años más de Gobierno.  
Se podría decir que el resultado del No no es poca cosa, porque de alguna manera marcaría  la cancha para el futuro. En primer lugar, ahuyentaría la posibilidad tan deseada por los masistas, y por Evo,  de eternizarse en el poder. Pero la política en Bolivia, y con Evo como protagonista, no es ni simple ni lógica.
Más que marcar la cancha, tal vez para lo que ha servido este referendo y su posterior corolario es para conocer más de cerca al líder del proceso de cambio.
Evo ha dicho reiteradamente que él no tenía interés en quedarse en el poder, que el referendo ha sido convocado porque los movimientos sociales se lo han pedido. Ha dicho también que él sólo quiere saber si la gente lo quiere.  Ha cambiado ahora su versión y ha sacado a relucir sus verdaderos sentimientos: ésta es una guerra por el poder y él, aunque haya perdido una batalla, seguirá luchando. Ésta es su lucha, su kampf.  Por lo visto, antes había estado fingiendo.
Posiblemente uno de los factores que más puede molestar de la era Evo es la impostura, el que su Gobierno se proclame pachamamista, vale decir, gran defensor de la Madre Tierra y el que, en la realidad, actúe con total displicencia hacia el medio ambiente. Que se proclame antiimperialista, pero que vaya a buscar inversionistas a Wall Street. Que hable del famoso vivir bien, pero que el país, empezando por el Gobierno, se vea inundado por objetos suntuarios, como carísimos carros, licores y construcciones faraónicas.
En estas semanas, lo que se ha puesto en evidencia es que esa impostura general, tan a la vista, tenía su lado doméstico.
La falsedad, la mentira parecen no molestar en nada a los gobernantes, principalmente porque ellos también la ejercen.  El mentir sobre la propia formación académica  es un exceso que debería costarle el cargo al Vicepresidente, pero también implica una recomendación para que visite  los sofás de varios psicoanalistas.
La historia de Gabriela Zapata y el Presidente es sórdida por donde se la vea, pero muestra  también esa enorme falta de transparencia, (innecesaria, por cierto). El último capítulo de ese culebrón puede ser interpretado de diferentes maneras, pero asiste el derecho al público a ver en éste la enorme rabia del líder contra la persona que evidentemente le ha causado el mayor daño político de su vida.
Las aseveraciones del Presidente respecto a los hechos criminales de El Alto transfieren, de alguna manera, la responsabilidad de estos a la persona de Su Excelencia y son verdaderamente preocupantes. Uno hubiera podido esperar que el viceministro fuera alejado, aunque sea para guardar las apariencias. (Dicho sea de paso, vale la pena recordar que Elío, cuando era presidente de la Cámara de Diputados, se refirió al Holocausto como una “lección” que los judíos no habían aprendido. Vale preguntarse si los del Gobierno estaban queriendo dar una “lección” a Soledad al promover  o permitir la quema de un edificio, con gente dentro del mismo).
La derrota de Evo en el referendo nos deja un retrogusto amargo. El Presidente ha demostrado que no es capaz de aprender de malas experiencias. Su arrogancia le impide ver, no sólo los errores de su Gobierno, sino que lo lleva a cometer enormes injusticias.
Y la mitad de los bolivianos está igualmente fascinada con él.  ¿Fue un verdadero triunfo el No? Seguro que es una mejor opción a que hubiera ganado el Sí, pero igual, no hay nada que festejar.
El autor es operador de turismo.