Frente a desafíos como el tecnológico y las presiones del poder, ratificamos la vigencia de los principios que nos han guiado desde nuestra fundación y nuestro compromiso de seguir buscando apasionadamente la verdad
El 16 de septiembre de 1943, salía a las calles de Cochabamba el primer número de Los Tiempos, el periódico que con el correr de los años y dada la fuerza de los principios que guiaron a sus creadores para ofrecer una información amplia y respaldada, y una opinión plural, se ha ido convirtiendo en el periódico preferido de este departamento y referente del periodismo nacional.
En el transcurso de estos 73 años, fueron muchos los avatares que se tuvo que enfrentar. Casi desde su fundación, la vocación por buscar la verdad y difundirla hizo que nuestros fundadores, directores y los sucesivos equipos de redacción sufrieran el acoso de una dura represión, que se tradujo en confinamientos, arrestos y cierres. De hecho, en 1953, por acción de grupos radicalizados de universitarios y militantes del entonces partido de Gobierno, el MNR, fueron asaltadas sus instalaciones, provocando su cierre.
Pero, con tesón y el apoyo de la ciudadanía, Los Tiempos retornó a las calles de Cochabamba el 19 de julio de 1967.
Con capacidad para adecuarse a las circunstancias concretas, sin dejar de lado sus principios, Los Tiempos ha ido reflejando día a día la historia del país y de nuestra región, tarea que, como es usual, le granjeó el apoyo decidido de Cochabamba, pero también provocó la ira de los poderosos que, pese a utilizar diversas formas de presión, no han logrado, ni lo harán, desviarnos de nuestro compromiso de informar a la ciudadanía con responsabilidad.
Como en toda obra humana, a lo largo de nuestra historia hemos cometido muchos errores, pero, cumpliendo uno de los principios que nos guían, siempre hemos rectificado cuando se comprobó el error. Ello, porque nuestro objetivo central es informar en forma correcta a nuestros lectores, hombres y mujeres.
Actualmente, estamos atravesando una etapa compleja por la acción del Gobierno, cuyos operadores ven a los medios en general como parte de su oposición. Se trata, sin duda, de un craso error, pues, por un lado, no comprenden que hacer un periodismo independiente y responsable es parte indisoluble del sistema democrático y, por el otro, que ese tipo de periodismo les es más útil que uno sumiso. Esta falta de comprensión hace que seamos objeto de permanentes ataques y, por si fuera poco, de un acoso económico que, sin embargo, termina afectando más al Gobierno.
Desde otra perspectiva, este año también hemos celebrado nuestro ingreso, hace 20 años, a la era digital. Los Tiempos fue el primer periódico del país que tuvo una página digital y, desde entonces, hemos realizado esfuerzos por estar a tono con la tecnología de punta. Esto, sin duda, requiere de grandes esfuerzos pues exigen adecuarnos creativamente a las nuevas formas de comunicación que tiene la sociedad.
En ese contexto, frente a desafíos como el tecnológico y las presiones del poder, en este aniversario queremos ratificar la vigencia de los principios democráticos que nos han guiado desde nuestra fundación y, por otra parte, renovar nuestro compromiso de seguir buscando apasionadamente la verdad y defender el pluralismo político en nuestra páginas de opinión. Es decir, mantener profundizar las características que han convertido a Los Tiempos en el periódico de Cochabamba.
conversaciones, tertulias, confidencias trascendentes del pasado, de la actualidad y del futuro
Vistas de página en total
viernes, 16 de septiembre de 2016
Previus. Conocí a tres grandes directores de LT. Don Carlos, cofundador con su hermano mayor Demetrio. Serio, profundamente trabajador, responsable y austero. Julio César que también dirigió El Diario de LP y La Patria de Oruro, amante del tema marítimo y admirador de Gaby de la Reza a quién reclutó para la causa marítima siendo premilitar y JC Ministro de Defensa después del colgamiento de Villarroel, y conocí a don Alfonso Canelas Tardío, companero en la U. Católica que estableció la primera cátedra de periodismo poniendo a funcionar un curso largo de cuatro anos, incluyendo el de práctica para periodistas en ejercicio, pero sin la disciplina académica requerida. Alfonso fue un gran director que enfrentó dificultades diferentes a las de sus antecesores, como el frente interno penetrado por los partidos políticos que crearon "células sindicales" para doblar la línea independiente y humanista de LT. por ello este recordatorio a los 73 años de lucha del diario de la familia Canelas, nos abre sentimiento y nostalgia por los desaparecidos y nos permite renovar nuestra Fe en la línea principista de LT mantenida con valentía y entereza por sus actuales responsables.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario