IMPÚNEMENTE Y A SU AIRE
Se dice que los derechos de uno
terminan donde empiezan los de los demás. Es tan simple, debiera ser tan fácil de entender. Ésta tiene que ser la
regla primordial de la convivencia civilizada. Pero por otra parte, debe ser la
menos observada. Y su vulneración es directamente proporcional a la impunidad
asfixiante que emana del usufructo del poder. Que el fin justifica los medios,
se ha convertido en el pan nuestro de cada día. Y a eso se reduce todo.
Después de nueve años de uso y abuso del poder, con todos los privilegios
que de él emana, esa línea divisoria hacia los derechos de los otros, se ha
desdibujado absolutamente. Y esa omisión elemental, se ha convertido en la
básica aversión hacia el oficialismo de muchos más ciudadanos de los que se
pueden visualizar. Porque éste es el fundamento más sólido de oposición hacia
los que sin importar cuánto esfuerzo hagan para maquillar realidades, ya no es posible disimular cómo se atropella desaprensivamente
los más elementales derechos de los demás.
Desde la inconstitucional postulación a un tercer período de gobierno,
todos los actos del oficialismo están teñidos de arbitrariedad con un marcado
vaho de impunidad. El mismo Presidente Morales, hace alarde de este accionar en
sus constantes intervenciones públicas. La visión de país que se pudo
visualizar tibiamente en los comienzos de esta administración, se ha
desvirtuado totalmente, pues hoy sólo proclama
su voracidad por el poder.
Las permanentes alusiones a cualquiera que no esté dispuesto a agachar la
cérvix y dejarse instrumentar, no sólo incurre en atropello de sus derechos, irrespeta la condición de un ser libre e
incluso, denigra la investidura presidencial por lo desaprensivo de su pública
posición.
Han perdido totalmente la noción de lo que significa el habérseles otorgado
un mandato que emanó de una sociedad libre que dio muestras contundentes de su
aspiración democrática. Están cediendo espacios a dirigentes de lo que ellos
llaman "movimientos sociales" -la mayoría no son nada menos que
funcionales oportunistas- en la más burda demostración que no les importa cómo,
pero no piensan resignar ni un centímetro de la gran impunidad con la que
vienen escatimando principios y valores. Que su objetivo sea mantener dos tercios
de la Asamblea, lo que les facilitaría una reforma constitucional para
introducir la figura de la re elección indefinida, no es un secreto para nadie.
Y si alguien aún duda de que éste es el verdadero propósito, ya pueden ir meditando
si están dispuestos a una especie de Castro dictador, por los años y años
por venir.
La vara con la que se miden, no tiene nada que ver con la que usan para la
permanente descalificación de los demás. Hace unos días, un postulante a la
Asamblea del Movimiento al Socialismo por Santa Cruz, fue objeto de persecución
policial por sus nexos con el narcotráfico y su abultado y público prontuario,
no le dio el mínimo chance de apantallarse en el partido de gobierno. Otro
connotado dirigente masista en Santa Cruz, protagonizó un fatal accidente de
tránsito con el deceso de una persona, en aparente estado de ebriedad y
haciendo uso indebido de un vehículo oficial.
Consultado Evo Morales que se hará con esos militantes masistas que sean
cuestionados por inconductas varias, el Presidente respondió que " no se
discriminará a nadie". Eso, en buen romance se llama encubrimiento. O una
especie de conveniente indulgencia. Sanabria,
Ormachea, Soza, son unos pocos pero medulares ejemplos, de hasta dónde ha
llegado el largo brazo de la corrupción, la extorsión y la impunidad.
No pasaron ni veinticuatro horas que la carrera electoral empezó
formalmente, que ya dio muestras inequívocas de que ésta será una campaña no
solo asimétrica, sino abiertamente depredadora. Entre la formulación de íntimos deseos de ver
muertos a los dizque neoliberales y el llamado a no emitir voto por determinado
candidato con descalificadores adjetivos,
demuestran su esencia atropelladora y
antidemocrática. El binomio oficialista, no sólo no debate los temas que a
todos les incumbe, como bien podría ser la real situación de YPFB a partir de
la falaz nacionalización, qué
exactamente podemos esperar de los avasallamientos de tierras o quién controla
la dispendiosa y petulante fiesta de recursos, sino que ejerce sin límite su libre albedrío e
inexistente control.
Hay que confiar en que las
organizaciones políticas de oposición en carrera, tendrán la suficiente
fortaleza para resistir la acometida de remate que está en marcha. Esperemos que estén a la
altura de las expectativas de hallar en ellos, la indispensable reserva moral sobre
la ignorancia de muchos que aún no tienen la capacidad de percibir el deterioro
que todo esto afecta sus propias vidas.
" Mañana tal vez tengamos que
sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no
podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a
pelear." GHANDI
Karen Arauz
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