“Han envilecido el periodismo y quieren darnos clases de moral”

“Si el mejor periodista del Gobierno que es Jaime Iturri hace ese bodrio, cómo serán los otros”.

Antes de partir a Estados Unidos, el periodista Raúl Peñaranda habló sobre "el desequilibrio” que existe entre la corriente de medios y periodistas que defiende al  Gobierno frente al puñado de profesionales independientes. Indicó que ahora, en vez de políticos, salen a la palestra los "pseudointelectuales” a atacar a los periodistas.

¿Cómo definirías al clima actual en torno al periodismo? ¿Hay polarización, hay un desequilibrio?

Yo no calificaría como polarización de ninguna manera porque no hay dos polos. O si hay,  uno es muy grande, que es el polo "oficialista” y otro que es muy pequeño, que sería un polo independiente y crítico con el Gobierno. Desequilibrio sí porque hay un gran sector oficialista de medios que se lleva más del 90% de los medios, que están cooptados y que  disimulan un poco esa línea o simplemente están  relacionados con el oficialismo.

¿A qué crees que obedece esta dicotomía? ¿Tiene que ver con la decisión de Evo Morales de repostular o es que realmente hay dos lecturas del país?

Tiene que ver con que el oficialismo controla esos medios, les hace cambiar su línea editorial, los coopta mediante la publicidad, los fuerza a cambiar de línea editorial. Eso ocurre independientemente de que Evo Morales se vaya o no se vaya, independientemente de que Evo se reelija o no se reelija; es el Gobierno el que ha hecho esa situación y qué pena que esa cantidad grande de medios haya caído en la pérdida de su independencia.

Parece que hay un consenso de que ha habido un bajón en la calidad del periodismo nacional.
¿Quiénes son los responsables de eso, los medios afines al Gobierno o los independientes?

En todo caso, no creo que sean los medios independientes porque son muy poquitos.
Obviamente son los medios oficialistas y gubernamentales los que han envilecido al periodismo.
Ahora  resulta que  los que hacemos bien nuestro trabajo somos sujetos a que éticamente nos traten de juzgar y nos den clases de periodismo y de moral, esos que han envilecido y que siguen envileciendo al periodismo. O  sea, con qué cara: es el mundo al revés. Realmente, esos que engañan, que mienten, que coordinan su trabajo con el oficialismo o llaman por teléfono para preguntar qué titular va a haber, esos tienen todavía cara para   juzgar  a este pequeño grupo de periodistas independientes. Eso es realmente increíble, la respuesta es que ese grupo, que ha envilecido al periodismo, obviamente ha generado esta crisis del periodismo.

El año pasado, el Gobierno ha inventado el denominativo de "cártel de la mentira” para descalificar a los medios independientes, sin embargo, en el último video de Zapata, ella más bien habla de una mentira de Samuel Doria Medina y de Wálter Chávez. ¿Significaría que para el Gobierno el cártel de medios ha dejado de existir?

Podría ser, aunque tampoco sabemos exactamente cómo piensa Zapata y si las ideas de Zapata se diferencian de las ideas del oficialismo. Cuando el Gobierno habla del "cártel de la mentira”, en mayo del año pasado, hay una reacción contraria tan fuerte de sus propios círculos y por supuesto del resto de la ciudadanía, que ellos mismos se dan cuenta que han metido la pata, es un efecto boomerang y dejan de mencionar.  Ha quedado claro que hablar de "cártel de la mentira” para el Gobierno es algo negativo y perjudicial para sus intereses. Esos pocos periodistas que están en el supuesto cártel, terminan beneficiándose, entonces ahora pasan como  a una segunda fase y más bien ahora apuntan contra personas un poco más poderosas como Samuel, pero nuevamente hierran el tiro. El Gobierno necesita  responsabilizar a alguien de la derrota del 21F y, por lo tanto, necesita siempre estar polarizando, encontrando adversarios por eso es que yo creo que ahora ha cambiado de "cártel de la mentira” de periodistas a otro "cártel de la mentira”  que es una mezcla rara entre políticos y asesores.

¿Qué efecto tiene en el ciudadano que se ve obligado a elegir  cuál verdad creer?

Más allá de que haya una verdad y otra, creo que hay algunas verdades objetivas que no podemos perder de vista. Efectivamente hemos votado el 21F del año pasado y efectivamente ha ganado el No, efectivamente el oficialismo está intentando cambiar eso, pese a que ya no debería ser cambiado. Dicen que por una mentira el oficialismo ha perdido, podríamos poner la lista de las mentiras de los dos lados y ver cuál lista es más grande, por ejemplo, el Vicepresidente dijo que si gana la derecha, les van a quitar sus casas, les van a quitar sus wawas, aparte de que el Sol se va a esconder. Objetivamente el Gobierno a cooptado el Poder Judicial, ha cooptado al Ministerio Público para perseguir  a los opositores, el Gobierno ha controlado a los medios, objetivamente el Gobierno ha destrozado las instituciones, entonces, ¿cuál es una verdad contra otra? O sea, una realidad es que el Gobierno quiere la eternización en el poder desde el 2020 y eso es algo absolutamente concreto que ahora se refleja en las calles.

Hemos hecho recientemente una entrevista con Jaime Iturri a propósito del polémico formato que él ha utilizado para el video de  Gabriela Zapata. Él dice que es una entrevista aunque no existen ni preguntas ni periodistas. Tú que eres un profesional de la materia ¿qué puedes decir?

Lo que hemos visto no es una entrevista, son unas respuestas mal editadas. No solamente hay un problema ético aquí de cómo se ha tratado esa información sino también técnico. Si el mejor periodista del Gobierno que es Jaime Iturri hace ese bodrio, cómo serán los otros. Jaime Iturri no solamente ha cometido una falta ética sino también técnica, empieza el espacio con ella en llanto, luego deja de llorar, después vuelve a llorar, no se entiende, no hay un hilo conductor. Jaime Iturri debió haber editado la parte donde dice: "El 2005 Wálter Chávez ya estaba planeando esto” porque el niño nació el 2007 o por lo menos el certificado de nacimiento es del 2007;  por lo menos para darle un poco de sensatez y un poco de credibilidad a ese mamarracho que ha hecho Jaime Iturri. Qué hubiera sucedido si uno de los medios independientes del país hubiera hecho algo equivalente, ahorita estaríamos  bajo fuego de todo el poder gubernamental, pero obviamente los periodistas independientes jamás cometeríamos esa falta ética.

Contenidos como los que difundió ATB empiezan a convertirse en la nueva verdad. Entonces, el ciudadano ya  no tiene  ni siquiera a un medio de comunicación como referente, lo cual es muy preocupante.

Sí, pero yo creo que esos ciudadanos saben perfectamente lo que está pasando. En el instante que ponen ATB se dan cuenta de la falta técnica y de la falta ética, no se tragan esa píldora, más bien, ha debido aumentar la gente que ha ido a la movilización del No gracias a esa entrevista, porque la gente también se indigna contra esa forma de manipular. Cuando hablan de que ha habido una mentira el 21F, ¿cuál es la mentira? Si el Presidente nos ha dicho que tenía un hijo y el Vicepresidente ha dicho que lo han tratado en Chile, si el Ministro de Defensa ha dicho que le han dado dinero a la madre para que vaya a tratar a su hijo, ¿cuál es la mentira o quiénes mienten? Pero entonces, frente a ese poder estatal junto con sus medios (ATB, La Razón, PAT) y todos estos periodistas que están ahí y que no tienen ninguna valentía para enfrentarse a sus mandantes, frente a eso está el ciudadano y el ciudadano la tiene clarísima.

¿Tú crees que en esta coyuntura de tanta confrontación política, los medios de comunicación deberían asumir una posición política también?  

Yo creo que un medio de comunicación sí puede asumir una posición política pero no partidaria, lo cual no quiere decir que el periodista no cumpla estrictamente con normas éticas universales, como dar parte y contraparte, confirmar datos, respetar la presunción de inocencia y diferenciar claramente la  información de la opinión.

De hecho, todos tenemos una posición política, pero hay algunos valores fundamentales trascendentes que el periodista tiene que defender y, por ejemplo, uno de ellos es que se respete la Constitución, en la Constitución ya decía que este tercer mandato era inconstitucional, luego ha habido un voto y ese voto, porque así lo establece la ley, es irrevisable porque, por el principio de la preclusión, una vez que se vota no se revisa, porque sino sería un caos. Un medio de comunicación tiene unos valores que defender, universales, democráticos, del pluralismo, que rosan la política en este caso. Cuando queremos mostrar nuestra energía y nuestra fuerza contra un político que quiere reelegirse una vez más violando la Constitución, vienen todos estos "periodistillos” del oficialismo, que no tienen la valentía para enfrentar a sus jefes, a darnos cátedra, a decirnos que no, qué parte y contraparte y dónde está tu ecuanimidad. ¿Cuál es mi ecuanimidad? Mi ecuanimidad es respetar la Constitución y hemos votado, la Constitución dice que no puede haber un periodo más y así podríamos seguir con otros ejemplos. Entonces, sí, yo creo que los medios de comunicación pueden comprometerse con ciertos valores.

El Gobierno va a tratar de preservar el poder, frente a eso ¿qué va a pasar con los pocos medios independientes que quedan?

Yo creo que esos pocos medios independientes están realmente con  una situación muy difícil y es posible que esos pocos medios de comunicación  se reduzcan aún más. Hace un mes respondí la misma pregunta diciendo que "no, no les iba a pasar nada, que de ahora en adelante todo iba a ser más fácil”, pero este mes Gonzalo Rivera ha perdido su espacio, Andrés Gómez ha perdido su espacio en la radio. Lo poquito que había todavía es mas poquito, pero yo creo que esos medios van a seguir enfrentados. Lo que a mí me preocupa es que ya no nos enfrentamos contra el poder, sino contra los intelectuales del poder, contra estos nuevos intelectuales que ahora tienen el tupé de darnos clases de ética. Responder a Jaime Iturri, a Susana Bejarano, a todos esos intelectuales del poder es más difícil porque podría decirse que son nuestros pares aunque no lo son, porque ahora ellos han salido a la primera línea. Es mucho más difícil porque resulta que ahora empiezan a salir todos estos pseudointelectuales y pseudoperiodistas a hacernos callar, entonces, como estrategia del poder es bueno porque ya no es Quintana el que te está ladrando sino que, con más elegancia, lanzan a esta gente. Pero creo que saldremos airosos porque tenemos la razón de nuestro lado, porque nadie nos manda, nadie nos ordena, nadie nos dicta y nadie nos paga, excepto nuestro empleador que es un medio de comunicación.
¿Ellos pueden decir lo mismo? O reciben llamadas del Ministerio, o reciben llamadas de la Vicepresidencia, de cómo enfocar y cómo hacer las cosas.

Si los periodistas tenemos una posición política, de repente no deberíamos aspirar a llamarnos independientes, pero sí a reivindicar que no tenemos un jefe que es un partido político, ni un jefe que es una autoridad

 La Unesco hace una declaración muy buena para periodismo independiente y es: "El periodismo  no está bajo la influencia del poder”, entonces ahí ya tenemos una buena definición. 

Si tú eres un periodista que está bajo la influencia del poder, ya no te puedes llamar independiente. La segunda definición es la que he dicho: "Somos independientes porque nadie nos manda”.
Becado en EEUU y atacado por oficialistas
Raúl Peñaranda es uno de los más polémicos periodistas bolivianos. Defensor de la independencia de los medios a ultranza y blanco preferido de los ataques de comunicadores y estrategas gubernamentales.

El periodista partió hace poco a Washington, Estados Unidos, becado por la fundación NED, que depende del Congreso de ese país. Allá permanecerá hasta agosto recibiendo formación académica.

Peñaranda fue el director fundador de Página Siete y, como es natural, tiene en este medio a una gran parte de sus amigos. Por eso, antes de partir nos hizo una visita para despedirse y también para expresar los puntos de vista que ahora se despliegan en esta entrevista.

Peñaranda es autor del libro Control remoto, en el que bautiza a los medios afines al Gobierno como paraestatales y asegura que la línea editorial de éstos se decide desde el Gobierno.

La publicación de ese libro fue el detonante de una ola de críticas de parte de colectivos oficialistas que no se cansan de dedicarle tuits, publicaciones  en Facebook y una infinidad de memes destinados a dañar su reputación.

Peñaranda es  premio Maria Moors Cabot 2015 y fue editor general de la Agencia de Noticias Fides hasta antes de partir a Estados Unidos.