otro rodillazo (golpe en los testículos) de Evo
aquel primero publicitado en el mundo entero.
este "rodillazo financiero" demagógico, el cohecho para ganar votos.
Por decreto supremo, el Gobierno ordenó que en diciembre los sectores público y privado paguen un aguinaldo doble a sus trabajadores, lo que provocó alarma empresarial y muchas dudas. La mayor duda de todas es la de los empresarios que no saben de dónde podrán obtener los recursos que les permitirían cumplir con la disposición, como lo han dicho en declaraciones y documentos.
A once meses de las elecciones generales de 2014, este anuncio del Gobierno está condenado a ser tomado como una medida demagógica y proselitista, antes que una decisión de política social, como quiso etiquetarla el propio presidente. En efecto, el DS 1802 dice que el doble aguinaldo se pagará a partir de ahora todos los años en que el Producto Interno Bruto crezca en más de un 4,5%, para que sirva de reconocimiento al esfuerzo de los trabajadores.
Los empresarios reaccionaron de inmediato, porque a ellos esta medida los toma por sorpresa, sin que hayan podido tomar las previsiones para poder cancelar a sus empleados, en el lapso de 30 días, un total de cuatro salarios.
En efecto, al salario por noviembre se deben añadir los dos aguinaldos y, de inmediato, el pago por diciembre. De ahí que la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) haya decidido “rechazar” la medida. La respuesta del ministro de Economía, Luis Arce Catacora, fue que la medida será reglamentada por el Ministerio de Trabajo y que los empresarios que no la cumplan en el plazo que sea fijado deberán pagar el doble, es decir cuatro aguinaldos. La medida, dicen los empresarios, es “política”, pero además ha sido tomada sin consensuar con ellos.
Algunos han sugerido la posibilidad de que se establezca un plazo de seis meses para el pago del aguinaldo extra.
Lo paradójico es que este aguinaldo doble deberá ser pagado también por los empresarios cuyos predios agrícolas están ocupados por tomatierras, que son tratados con guantes de seda por las autoridades. Algunas empresas pueden quebrar. Y quizá se restablezcan luego, pero en el sector informal, un sector que ya comprende el 70% de todas las actividades económicas del país. El sector público deberá usar recursos que estaban reservados para inversiones, o hacer reprogramaciones. “El Gobierno está haciendo una fiesta con plata ajena”, dijo una presentadora de noticias en la red PAT. Esa es la idea que tienen muchos bolivianos
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