Policías amotinados salieron la tarde de este martes a las calles para pedir al gobiernola nivelación salarial para el sector.
La multitudinaria marcha de uniformados partió desde la Unidad Operativa de Transito rumbo a la plaza principal de Santa Cruz, donde se concentraron para ratificar que su movilización no responde a intereses políticos sino a reivindicaciones sociales de la institución verde olivo.
En La Paz, llegaron a la Plaza de Armas, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo y generalmente vedada a los manifestantes, grupos de maestros de la educación pública para solidarizarse con los uniformados que, paradójicamente, normalmente son sus represores.
En medio de ese clima de crispación, una delegación policial reanudó sin embargo este martes negociaciones con tres ministros de Estado para levantar el motín de policías rasos que en seis días se extendió a los nueve departamentos de Bolivia.
La base del diálogo gira en torno al pedido de un salario básico de 2.000 bolivianos (unos 287 dólares al cambio), abrogación de un régimen disciplinario de la policía, jubilación con el 100% del último salario, creación de una defensoría policial y garantías de que los agentes amotinados no sufrirán represalias.
Paralelamente, grupos sociales afines a Morales, entre ellos muchos empleados de la administración pública, se reúnen en una plaza de las afueras de La Paz para un acto de apoyo al presidente, quien asiste a la concentración.
"Que no llamen a ese acto (público de apoyo porque) lamentablemente va a haber enfrentamientos y va a empeorar la situación", advirtió Guadalupe Cárdenas, la líder de las esposas de policías amotinados.
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