El idioma español perdurará en EEUU
Es una de las preguntas que cabría calificar como del millón de dólares: ¿perdurará el castellano o español en Estados Unidos, el mayor cementerio de lenguas modernas del mundo? Frente a la pujanza de una comunidad de 52 millones de hispanounidenses, está la tozuda realidad de todas las olas inmigratorias previas, que acabaron perdiendo el alemán, el italiano o el ruso. Quienes atribuyen un mejor destino al español en EEUU son normalmente los propios hispanos, basados muchas veces solo en el deseo, mientras que quienes defienden la inmutabilidad de la regla de que la tercera generación de inmigrantes entierra su idioma de origen lo hacen generalmente aplicando experiencias anteriores.
Un reciente informe de Nielsen (‘The Hispanic Market Imperative’), elaborado únicamente en clave económica, viene a resolver la disyuntiva. Entre sus observaciones está la de que “la cultura hispana en EEUU es perdurable y sostenible”. “La sabiduría convencional y la expectación, que todavía prevalecen en muchas estrategias de compañías de márketing, es que los hispanos serán gradualmente parte del melting pot. Ese paradigma en el que los inmigrantes se deshacen de su cultura y se mezclan se ha hecho crecientemente insostenible”, advierte el informe.
La realidad de la inmigración hispana es bien distinta a las inmigraciones que llegaron desde los países europeos. Por su volumen (50 millones de hablantes de español, frente a los cerca de 10 millones de germanohablantes, el grupo previo más numeroso), por la misma procedencia nacional del grueso de ellos (unos 30 millones son de origen mexicano), por la continuidad geográfica entre México y EEUU (el elemento probablemente fundamental: el país de procedencia no queda olvidado a miles de kilómetros sino que está al otro lado de la frontera; en el caso de Puerto Rico la isla está ‘asociada’ a EEUU, y siempre habrá proximidad Cuba-Miami). Además están las nuevas condiciones del mundo del siglo XXI:facilidad de viajes, medios de comunicación de masas en la propia lengua (Univisión, Telemundo, CNN en Español, MundoFox…), conexión por internet… A eso se añade una cuestión de moda cultural de nuestro tiempo: precisamente cuando se sale del ‘gueto’, a diferencia de lo que ocurría decenios atrás, el mayor estatus económico y social lleva a la sofisticación de querer recuperar las propias señas de identidad(‘retro acculturation’).
El informe Nielsen, que aconseja a las empresas jugarse el dinero apostando con fuerza por el mercado hispano, aporta cuatro datos sustanciales. El 37% de los adultos hispanos que hablaba sobre todo inglés cuando eran pequeños aseguran que luego aprendieron suficiente español para ser bilingües en este momento. Nueve de cada diez hispanos que son padres o lo van a ser quieren que sus hijos sepan hablar español, además de inglés. Los adultos hispanos dicen que quieren ser más latinos (31%) o más bilingües (60%) de lo que son ahora. El 56% de los adultos hispanos habla primariamente español en casa y el 4% utiliza los dos idiomas por igual; el 40% habla primariamente inglés.
Está clara, pues, la pujanza del español en EEUU en estos momentos, e incluso aumentará en el futuro próximo. Aunque la inmigración se haya básicamente detenido, el número de hispanos crecerá por su mayor natalidad. Con el tiempo la masa de hispanohablantes se reducirá, peroseguirá habiendo un volumen no despreciable de personas que lo hablen, más allá de la tercera y cuarta generación. Lo que ocurra después dependerá de cómo será EEUU y el mundo a
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