Lupe Cajías
El Movimiento Al Socialismo organiza muy entusiasmado una nueva ‘estrategia envolvente’ para completar la gambeta de 2009 y conseguir la aprobación popular y constitucional para una nueva candidatura presidencial de Evo Morales. Por las declaraciones de los neomasistas y de dirigentes de la clase emergente, se podría suponer que el carismático líder volvería a ganar las elecciones generales en 2014 con sus rotundos porcentajes.
Sin embargo, un repaso por las calles citadinas nos hace dudar de una futura victoria del MAS/Evo con más del 51%. Hablar con conductores, con peluqueras, con las caseritas, con los pasajeros en un bus o con los policías revela un abanico de oposición creciente. Son varios los sectores que apoyaron a Evo y que ahora están desilusionados. Por ejemplo, los periodistas. En 2002, las encuestas internas en los medios de comunicación le daban más del 90% de aprecio. Actualmente, solo periodistas paraestatales defienden su agresividad contra la prensa.
Entre los intelectuales, la frustración fue más rápida y más beligerante. Pocos columnistas independientes volverían a votar por Evo como lo hicieron cinco veces seguidas. Un sector opositor está en las universidades, en los diferentes niveles. El MAS no logró ganar en la UMSA. ¿Repetirán los indígenas de tierras bajas su confianza en el MAS? La epopeya por la defensa del Tipnis es una herida abierta, aunque César Navarro se esfuerce por tapar la historia.
¿Qué opinan los curas, monjas y católicos que tanto apoyaron a Evo? ¿Cómo votarán los activistas de Derechos Humanos no oficialistas? ¿Qué de las víctimas de las dictaduras que protestan desde hace más de un año? ¿Siguen resentidas las feministas con Evo y con sus ministras? Muchos propagandistas de Evo hacia el mundo estaban relacionados con organizaciones no gubernamentales; ¿qué dicen ahora? Podemos seguir nombrando sectores, incluso los populares, como en las laderas paceñas, o los territoriales, como los orureños.
Evo contará a su favor con los sectores rurales que manifiestan una admiración y agradecimiento invariables a su Gobierno. Hay más de 200.000 funcionarios públicos que no participaron en concursos de competencia y se aferrarán a su pega. Usarán, como en las elecciones en Beni, los recursos públicos y la propaganda de grandes medios para favorecer su candidatura. Además, tiene a su favor, el Tribunal Electoral de los no notables. ¿Y si pese a todo ese aparato, no gana?
Periodista e historiadora
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