Tras pasar varios meses negando el evidente frenazo de la actividad económica que muchos argentinos diagnostican porque lo padecen día a día, el gobierno de la presidenta peronista Cristina Fernández, viuda de Kirchner, ha confirmado oficialmente que Argentina se encuentra en recesión.
El PIB se contrajo un 0,8% durante el primer trimestre con respecto al mismo periodo del año anterior. El último trimestre de 2013 también había arrojado números negativos, un 0,5%. En consecuencia, las dos crisis trimestrales consecutivas arrojan técnicamente al país a la recesión.
Los datos provienen del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que desde 2007 está intervenido por la Casa Rosada y maquilla las cifras económicas y sociales a conveniencia del gobierno, aunque últimamente desaceleró ese 'dibujo' por la exigencia del FMI de no falsear las cifras.
La retracción económica se debe fundamentalmente a la reducción de las importaciones de bienes y servicios reales de un 3,8%; la caída de un 6,4% en las exportaciones de bienes y servicios reales; y la baja del consumo privado un 1,2 %, según el INDEC.
Ese gris escenario está enmarcado, además, por la devaluación del peso un 23% en enero pasado, la inflación rampante, que los economistas estiman en un 35% promedio anual, y la caída del poder adquisitivo de los salarios, que se ajustaron por debajo del IPC.
Descenso en todos los sectores
La caída del nivel de actividad coincide con un período en el que se deterioraron todas las variables económicas, con bajas pronunciadas en la construcción y en la industria, especialmente en el sector automotor.
Como las ventas de automóviles y motocicletas han caído en torno al 40%, por ejemplo, la presidenta Fernández lanzó el lunes un plan de créditos oficiales para alcanzar el kilómetro 0. Son préstamos a tasas de interés de 17% a 19%, subsidiados por el erario público.
El retroceso también está vinculado con la disminución en el ritmo de inversión, que apenas es del 16,7% del PIB. Si bien mostró un avance de 6,9% en equipos durables de producción, se exhibió una caída de 3,2 por ciento en construcción.
El Gobierno aseguró este martes que "se verá potenciado el consumo" y "la inversión", al tiempo que habrá "tendencia al crecimiento", a pesar de que el índice de actividad de la economía cayó un 0,2% en el primer trimestre del año.
"Se dan las condiciones, con los estímulos correspondientes, desde electrodomésticos en materia de bienes durables o de vehículos, con incentivos desde el punto de vista crediticio y precios, para la propensión a una tendencia al crecimiento de la actividad económica", dijo el jefe de gabinete Jorge Capitanich.
Pero los consultores económicos particulares vaticinan que el rumbo de la economía de Argentina depende de que el gobierno alcance un acuerdo con los acreedores denominados fondos 'buitre', que ganaron un juicio multimillonario en los Estados Unidos y han dejado al país al borde de una nueva cesación de pagos.
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