El diputado de Convergencia Nacional, Andrés Oliva Alcázar, opositor al gobierno de Bolivia, criticó en Budapest a la justicia boliviana por el retraso del juicio a los acusados de planear un atentado contra Evo Morales y aseguró que los detenidos han sido torturados en prisión.
Oliva Alcázar, presidente de la Alianza Parlamentaria por la Democracia de América (APDA), explicó a la prensa húngara que en Bolivia hay “mucha preocupación” por el caso y que hay evidencias de que el ciudadano húngaro Elöd Toasó y el boliviano-croata Mario Tadic, acusados de querer cometer el magnicidio, “habrían sido torturados y sujetos a otros vejámenes”.
El 16 de abril de 2009, la Policía desarticuló una supuesta banda terrorista en la ciudad de Santa Cruz, en una operación en la que murieron el húngaro-croata-boliviano Eduardo Rózsa, el rumano-húngaro Magyarosi Árpád y el irlandés Dwayer Michael Martin.
Toasó y Tadic fueron arrestados y, 41 meses después, aún no han sido juzgados, criticó el diputado.
Toasó y Tadic fueron arrestados y, 41 meses después, aún no han sido juzgados, criticó el diputado.
En Bolivia el plazo máximo de encarcelamiento sin sentencia son 36 meses.
Oliva Alcázar se reunió hoy en Budapest con el secretario de Estado de Exteriores húngaro, Zsolt Németh, para tratar la situación del ciudadano magiar arrestado en Bolivia.
Según el diputado opositor, Toasó y muchos ciudadanos bolivianos “hoy son víctimas del gobierno de Morales y de cómo la justicia actúa”.
Así, aseguró que en Bolivia “se han cometido delitos de lesa humanidad y se han violado derechos humanos”.
Por esas razones, anunció que un grupo de parlamentarios de su país acudirá a instituciones internacionales “para exigir una investigación imparcial y la reparación para aquellos casos que hoy tienen todavía personas afectadas”.
Por su parte, Németh añadió que “hasta que un proceso legal no demuestre lo contrario”, el gobierno húngaro está convencido de que Toasó es inocente.
En este sentido, el secretario de Estado opinó que lo que sucedió en Santa Cruz fue “una matanza”.
En este sentido, el secretario de Estado opinó que lo que sucedió en Santa Cruz fue “una matanza”.
Németh agregó que no solo se trata del caso de Toasó, sino en general de la situación de los derechos humanos en Bolivia, dice un comunicado de Convergencia.
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