Los Obispos de Bolivia acogieron la valiente decisión del Santo Padre Benedicto XVI de renunciar a su ministerio, en medio de una profunda comunión episcopal, pero con la alegría por el testimonio de su ejemplar decisión. Consideran que esta decisión viene de la obediencia a la voluntad de Dios discernida en la intimidad del silencio y de la oración.
En conferencia de prensa, el monseñor Eugenio Scarpellini dio lectura este lunes al comunicado de los Obispos, quienes unen oraciones a las del Papa Benedicto XVI para que el Espíritu de Dios suscite un nuevo pastor que guíe la barca de pedro “mar adentro”, con solicitud amorosa, sabiduría y claridad, como el Santo Padre la ha guiado.
“Nos unimos a su Santidad y confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, nuestro señor Jesucristo y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir al nuevo Sumo Pontífice. La sorpresa inicial da paso a sentimientos de fraternidad unidos al aprecio y admiración por su decisión, por el alto sentido de humildad y responsabilidad que ha manifestado y manifiesta en la conducción de la Iglesia en tiempos de profundas transformaciones culturales y sociales, ministerio que exige energías internas”, señala el comunicado de los Obispos de Bolivia.
Recuerdan que resuena en sus mentes y corazones las palabras con las cuales el Papa empezó su ministerio de sucesor de Pedro: “Humilde servidor en la viña del Señor”. “La espiritualidad del servidor humilde ha marcado toda su vida y de manera especial estos años de pontificado, guiando a la Iglesia con la claridad y sabiduría con las que el Espíritu del Señor le ha acompañado, invitando a niños, jóvenes y familias a fijar los ojos y reavivar la Fe en Jesús, el Verbo encarando, Evangelio para los hombres de todos los tiempos”.
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