Vistas de página en total

sábado, 20 de octubre de 2012

Ronnie Piérola abogado que es, con minuciosidad se refiere a controvertidos textos del discurso evista que termina aplaudiendo aquello de "lo pasado pisado" para construir un nuevo discurso. primer paso para un real cambio.


Estamos de acuerdo. Lo pasado pisado Señor Presidente, a construir un nuevo discurso de ayuda y cooperación, que si en los hechos se cumple será el primer paso de un real proceso de cambio
La estructura de los mensajes implica una fórmula muy bien establecida, hasta incluso simple: un emisor que envía un mensaje que a su vez es recibido por un receptor. Lo vemos todos los días, en la televisión, en la charla con el amigo, en la conversación con la pareja y en las aulas de innumerables instituciones de educación. Acercándonos más a la idea madre de este artículo, ya tocando en esencia materia de oratoria, la fórmula antedicha se transforma, sin perder sus roles, en un orador (que juega el papel de emisor), un discurso (mensaje) y un auditorio (receptor), el qué y cómo decirlo son consideraciones que deben ameritar especial atención de todo aquel que se precie de una buena oratoria, buscando ya sea persuadir, deleitar o un sin fin de otras posibles intenciones.
Los discursos han sido instrumento de innumerables mensajes, quizás en materia política esenciales, así es que el ex presidente Carlos Mesa puede preciarse de ser un excelente orador, alguien que maneja un mensaje claro, transparente, directo, sin embargo de ello rico en retórica y sin margen para las equivocaciones o los mal entendidos (de manera personal debo afirmar que tal habilidad y capacidad es extrañada actualmente en los altos cargos del país). Hoy en día, de pronto, se ha depreciado este instrumento comunicacional, al extremo de poder, libremente, usar adjetivos en lo que hace a las relaciones internacionales (antes protegidas por una diplomacia, si bien no perfecta, al menos existente) o de acusar a diestra y siniestra a quien menos comulga con el poder imperante y que, en suma, conlleva un discurso dañino y perjudicial para la convivencia social.
Dentro esta amplia historia del discurso, las fuerzas hoy poderosas, han venido siendo representadas en discursos, más o menos elaborados, y en muchos casos erróneos. En varias ocasiones es el propio Presidente del Estado Plurinacional quien comete algún desliz.
Para muestra basta recordar algunas partes de ciertos discursos: “es más importante defender derechos de la Madre Tierra que defender los derechos humanos” (diciembre 2009, Dinamarca); “el pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas, por eso cuando los hombres comen esos pollos tienen desviaciones en su ser como hombres” (abril de 2010, Tiquipaya): “si hay divorcio es por culpa de las novelas” (junio de 2011, Santa Cruz): “yo no sabía que los paros, bloqueos afectaban al crecimiento económico” (enero 2011, La Paz); “tal vez la mucha gordura le está afectando” (en referencia a Alan García entonces presidente de Perú, marzo de 2009, Cochabamba); “cuando voy a los pueblos quedan todas las mujeres embarazadas y en sus barrigas dice Evo cumple” (marzo 2010, Sacaba); “nuestro abuelos lucharon históricamente contra todos los imperios: inglés, romano…” (septiembre 2009, Cochabamba); “la acusación de autoritario a mi me alienta bastante” (febrero 2012, Santa Cruz); entre muchas otras.
Así es que este discurso erróneo ha sido contagiado a autoridades como el canciller en sus referencias discursivas de las propiedades de la papalisa o el sexo de las piedras, o las declaraciones del magistrado Cusi sobre sus consultas a la coca y a muchos otros que no menciono por no resultar extenso.
Por esto es que resulta de especial beneplácito saber que el Presidente ha decidido cambiar de discurso, o al menos eso pareciese deducirse del mensaje enviado a la reina Sofía de España, a quien le dijo que “lo pasado pisado” (octubre 2012, La Paz), ya que más allá de los referidos deslices el discurso oficialista se ha aferrado siempre a un mensaje de confrontación que arrastraba por los pasillos de toda entidad pública los 500 años de opresión. Si la figura es tal cual se muestra, debiera ahora la línea de gobierno buscar un discurso de conciliación que, en suma es lo que las y los bolivianos precisamos.
Estamos de acuerdo. Lo pasado pisado Señor Presidente, a construir un nuevo discurso de ayuda y cooperación, que si en los hechos se cumple será el primer paso de un real proceso de cambio.
El autor es abogado
http://www.ronniepierola.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario