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lunes, 13 de mayo de 2013

un merengue...un menjunge, una sopa de temas que hacer exclamar a Harold Olmos "un gigante sarao" se da en Bolivia estos días de tantos problemas juntos que no se resuelven


Estos días Bolivia parece vivir un enredo que involucra a todos como en un inmenso ‘sarao’. Solo que este sarao no es un baile ni pacífico ni armonioso pero lucimos enmarañados, mientras desde una de sus cintas empieza a descolgar la violencia.

La disputa con la COB por las jubilaciones, que tiene hasta este viernes a decenas de presos y heridos por la beligerancia entre marchistas, bloqueadores y policías; la acusación genérica a “algunos obispos” católicos, que ha vuelto a ensombrecer las relaciones del Gobierno con la institución boliviana más respetada; la expulsión de Usaid, que puede agravar la soledad internacional del país; la polémica autorización del Tribunal Constitucional (TC) para una nueva relección del presidente Morales, son algunas de las piezas de un mosaico con una imagen distante del país próspero y tranquilo que las autoridades (y creo que todos los bolivianos) quieren proyectar.

Por ahora ha cedido la tensión por la afirmación presidencial, tras el saqueo de joyas de la Virgen de Copacabana, de que había obispos implicados en robos a templos. El cardenal buscó zanjar la cuestión cuando dijo que no se puede ejecutar moralmente a nadie “solo por sospechas”. Quedó la duda de si el presidente ignoraba que en semanas más el papa Francisco estará en Brasil y que esa cercanía sería una oportunidad para invitarlo a venir a Bolivia en una próxima gira continental. ¿Cómo hacerlo en medio de la desazón causada por sus declaraciones?

La expulsión de Usaid agrega inquietudes. Uno de los programas beneficiados por esa institución era Prosalud. Los beneficios de Prosalud generalmente llegan a personas de ingresos bajos que hasta ahora reciben servicios de primer orden. El Estado puede cubrir costos ahora. ¿Podrá en dos o cinco años? La decisión contra Usaid acentúa la pesada sensación de aislamiento del país. Tenemos relaciones óptimas con Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela y los países de la ALBA, pero hagamos una encuesta entre estudiantes sobre si irían a esos países a estudiar o si preferirían ir a otros.

Otra pieza del mosaico: el Tribunal Constitucional tendrá una empinada travesía para convencer sobre su decisión que autoriza una nueva relección. Difícil afirmar que es irrelevante el artículo transitorio que dispone contar el periodo en curso cuando se votaba la nueva Constitución. Si no iba a ser contabilizado, la cláusula era absolutamente innecesaria. Si era innecesaria, peor. El presidente reconoció que para hacer viable la Carta Magna aceptaba privarse de una nueva relección. ¿Entonces?

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